Tras el derrumbamiento de uno de los edificios en ruinas de la plaza del Carmen han vuelto a surgir las voces críticas en torno al mal estado de determinados inmuebles de la ciudad, localizados principalmente en el Casco Antiguo pero también en la zona centro. El Ayuntamiento continúa trabajando en varios sentidos con el mismo objetivo, que «la ciudad pueda tener un parque urbanístico en las mejores condiciones» y solucionar los problemas derivados de los edificios ruinosos, como los riesgos para construcciones colidantes y para los viandantes. 

Así lo confirma Javier Muñoz, concejal de Desarrollo Económico, Hacienda, Empleo e Industria. Una de las medidas es la Inspección Técnica de Edificios (ITE) para inmuebles de más de 40 años. Los responsables municipales ya se han reunido con administradores de fincas para trasladarles las necesidades de trabajar en el reacondicionamiento y control de edificios, algo que corresponde a los vecinos y propietarios, pero que el Ayuntamiento quiere urgir para evitar derrumbes como el que se produjo en noviembre. Para el concejal, lo importante es «tener una radiografía de las viviendas de más de 40 años». Desde 2017 se han realizado 322 inspecciones de los 1.841 edificios de esta antigüedad en la ciudad, de las que 249 han resultado favorables (77,33%) y 73 desfavorables (22,67%). Javier Muñoz recuerda que para estas inspecciones desfavorables se realizó una modificación del impuesto de construcciones, con una bonificación del 40%, con el fin de que los propietarios puedan realizar las obras necesarias.  

Cuando las construcciones se encuentran en peores condiciones y se tramitan expedientes de ruina, que pueden ser solicitados por parte de particulares o del Ayuntamiento de oficio. Según los datos del Ayuntamiento, desde 2014 se han presentado un total de 13 expedientes, 11 por parte del Ayuntamiento y 2 por particulares. Por años, 2 fueron en 2014 (El Collado, 7 y plaza Ramón Benito Aceña, 5), ambas a instancias de particulares; 10 en 2016 (San Martín, 26 y 34; Tirso de Molina, 3, 4 5 y 6; Santa Apolonia, 2; y Hospicio, 2, 4 y 6), todas ellas por parte del Ayuntamiento; y 1 en 2017 (El Collado, 47), también por el Ayuntamiento.

Urgen las intervenciones en edificios en estado de ruinas - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.La declaración de ruina llega cuando el coste de las obras para mantener el edificio excede el límite del deber legal de conservación o cuando se requieran obras que no pueden hacerse por estar declarado el inmueble fuera de ordenación de forma expresa en el instrumento de planeamiento urbanístico. La resolución del procedimiento será: denegar la declaración del estado de ruina o declarar el estado de ruina total o parcial. La declaración en estado de ruina de un edificio o parte del mismo impone al propietario la obligación de demoler total o parcialmente la edificación en el plazo que se señale.

El concejal insiste que los expedientes de ruina suponen «un problema complejo», ya que suele tratarse de edificios antiguos y de varios propietarios que a veces hay que localizar. «Es un proceso administrativo muy lento» que implica una serie de notificaciones para lograr el arreglo, el mantenimiento de la fachada o el derribo total. Así, pone como ejemplo el edificio del Collado, 47, donde hubo una declaración de ruina parcial por resolución del Ayuntamiento. Con el expediente, abierto en noviembre de 2017 por el Consistorio, se intenta que sean los propietarios los que hagan la declaración de ruina. El concejal explica que si el Ayuntamiento de forma subsidiaria comienza el proceso, después continúa para cobrar el coste del derribo.Es algo que ha ocurrido en la plaza Mayor, 12, donde el Ayuntamiento lo ejecutó subsidiaraimente porque los técnicos informaron que la parte en ruina suponía un peligro.

Los edificios del Casco Viejo, como los del resto de la ciudad, sufren las consecuencias del paso de los años y, por ello, se insta a los propietarios, que son los responsables, a la consolidación o el derribo. «El porcentaje de estos edificios es el habitula, como en cascos antiguos de otras ciudades, no está totalmente derruido ni en estado de ruina», explica el concejal haciendo referencia a que «cualquiera que paseo por Soria puede ver las actuaciones de rehabilitación que se han realizado en la zona». A los expedientes que se inicien debe dárseles una solución.