La intensa lluvia, además de los embalsamientos en calles y plazas, terminó por provocar anoche un suceso de más trascendencia en Segovia, aunque sin heridos. Una zona de la plaza Aurelio Hernández, frente al puente de Sancti Spiritu, situada encima de donde circula el cauce enterrado del río Clamores, venció y se abrió un boquete que se tragó a un vehículo y dejó en el aire a una furgoneta, en torno a las diez de la noche.
Por razones de seguridad, los bomberos desalojaron dos inmuebles con entrada por la plaza Fernán González, donde se encuentra la pirámide, aunque los vecinos de uno de ellos pudieron volver anoche a sus domicilios, además de acordonar la zona. En las operaciones de seguridad colaboraron efectivos de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía, además de los servicios sanitarios.
La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, junto con la concejala de Urbanismo, Clara Martín, y el de Obras, Miguel Merino, mantuvieron un encuentro con los vecinos en el local de la asociación y les buscaron un realojo a través de los servicios sociales municipales. En total se trata de unas quince personas que pudieron subir a sus domicilios acompañadas de los bomberos para recoger algunos enseres y medicinas, ya que otros vecinos se trasladaron a casas de familiares.