La restricción de horarios hunde el ocio nocturno

V.M.G.S.
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El cierre obligatorio a partir de la 1.30 horas hace inviable, según los empresarios, la actividad en lugares como la Rota de Calatañazor, por lo que no descartan incluso no abrir en algún caso al acumular un descenso del 80% en la facturación

La restricción de horarios hunde el ocio nocturno

A la limitación de aforo y movilidad se une desde el pasado fin de semana la obligatoriedad para la hostelería de cerrar desde la 1.30 horas. Según los responsables de los establecimientos nocturnos, esto viene a dar la puntilla a un sector que calcula en un 80% la bajada de facturación por la crisis del Covid 19. "Si desde que abrimos tras el confinamiento la cosa ha ido mal, a partir de ahora puede ser catastrófico". La reflexión es de Jaime Ferrer, responsable del bar Lolita's. Reconoce que abre para dar servicio a los clientes, pero que apenas da para cubrir gastos. "No entienden que poco después de abrir, a la una y media de la madrugada, les digas que tienen que terminar la consumición e irse". En la vecina calle Rota de Calatañazor, 'La Zona', la situación es calcada. "Aquí la gente viene a partir precisamente de la hora que se ha decretado el cierre. No sabemos qué hacer. No merece la pena ni abrir", reconoce Raúl Martínez, propietario del pub Grammy. Este sector entiende que se apliquen medidas preventivas, pero insisten en que la alternativa a sus negocios es en buena parte el botellón, donde la propagación del virus se multiplica.