El Cesefor parece haber dejado definitivamente atrás la crisis que años atrás puso en peligro su existencia. El año pasado fue "fructífero", según ha reconocido Benito Serrano, presidente de la Diputación y del patronato reunido hoy. En este periodo se redujo su deuda en 300.000 euros, por lo que restarían 500.000 por pagar. Para 2020 el presupuesto es de 2,5 millones. La gran mayoría, dos millones, llegan de la consecución de proyectos. El resto es apoyo institucional, fundamentalmente de la Diputación. Pablo Sabín, director del Cesefor, ha destacado también el apoyo del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), dependiente de la Junta. Aunque no está todavía integrado en la red de centros tecnológicos, asegura que su presencia es constante y la colaboración estrecha. Este año tienen previsto participar en proyectos internacionales relacionados con la resina, la producción forestal no maderable o las redes temáticas de movilización de madera. A nivel regional se quiere organizar un congreso de bioeconomía y cambiar a una nueva certificación forestal.