Han pasado quince años desde que se pusiera en servicio la variante de El Burgo de Osma. Era hasta hoy el único rastro de la A-11 o Autovía del Duero por tierras sorianas. Aunque mínimamente, esto ha cambiado desde las once y media de esta mañana, cuando se abría al tráfico el tramo entre Santiuste y la variante de la villa episcopal.  Se ha hecho una década después de ser licitado, una obra que se iba a ejecutar en algo más de dos años. Con una inversión superior a los 35 millones de euros, se ha puesto en marcha sin acto oficial por la campaña electoral. Por el mismo motivo, en este caso debido a las Municipales, tampoco habrá acto de inaguración cuando en el mes de mayo entre en funcionamiento otro tramo de la misma vía, en este caso el que une La Mallona con la Venta Nueva.