Un caso activo con riesgo de violencia vicaria en Soria

Ana I. Pérez
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El número acumulado de este tipo de casos es de siete en la provincia desde que entró en vigor el nuevo protocolo-instucción en el año 2019

Un caso activo con riesgo de violencia vicaria en Soria - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez. Eugenio Gutiérrez Mar

El  Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGén), de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, contempla en la provincia de Soria un caso activo con menores en situación de riesgo, lo que se conoce como violencia vicaria. Hasta hace unas semanas, este término apenas se utilizaba en los medios de comunicación y en la sociedad aunque, lamentablemente, la realidad que responde a esta definición siempre ha estado ahí: es la violencia por sustitución que algunos progenitores emplean sobre sus propios hijos para vengarse de sus exparejas. 

El trágico caso de las niñas Oliva y Anna, presuntamente secuestradas y asesinadas por su padre, Tomás Gimeno, en Tenerife, o en 2011 el de José Bretón en Córdoba, condenado a 40 años de prisión por acabar con la vida de sus hijos de seis y dos años y después calcinar sus cuerpos, son dos ejemplos recientes más mediáticos. Y cabe reseñar que, antes de la desaparición de las niñas tinerfeñas, la definición ya se generalizó a raíz de la emisión de los programas sobre la vida de Rocío Carrasco, en los que aseguraba que su exmarido, Antonio David Flores, utilizó a los hijos de ambos para infligir dolor y control sobre ella.

David Sánchez, responsable de la Unidad de Violencia de Género de la Subdelegación del Gobierno de Soria, explica que desde hace dos años (protocolo-instrucción 4/2019) en las entrevistas a las mujeres que denuncian violencia se incluyen preguntas sobre el riesgo que corren sus hijos. Así las cosas, en la ‘Valoración Policial de Riesgo’ se describen: caso de ‘especial relevancia’; con menores ‘en situación de vulnerabilidad;’ y caso con menores ‘en situación de riesgo’. Es este último indicador el que se corresponde con una posible violencia sobre los menores o manifestación del agresor de atacarles físicamente.

Es el propio VioGén el que, en función de las respuestas dadas por la víctima, determina el nivel de riesgo (no apreciado, bajo, medio, alto o extremo), de forma que la clasificación de casos con menores en situación de riesgo se produce solo en los niveles medio, alto o extremo.

De esta manera, desde el 13 de marzo de 2019 hasta el 31 de mayo de 2021, VioGén ha constatado la existencia en Soria de siete casos con menores en situación de riesgo, de los que uno está activo.

Cabe puntualizar que se trata de una situación de riesgo entre los 117 casos de violencia de género activos en Soria, según el boletín estadístico del Sistema VioGén correspondiente a mayo de 2021. De los 117, en 83 situaciones el nivel de riesgo es no apreciado, mientras que 29 casos se sitúan bajo la etiqueta de riesgo bajo y cinco son de riesgo medio. No hay ni alto ni extremo identificado.

con menores a su cargo. La misma estadística de VioGén indica que de los 117 casos activos en seguimiento policial, 43 son de víctimas con menores a su cargo. De estos, nueve son considerados con menores ‘en riesgo de vulnerabilidad’ (cinco con riesgo no apreciado; tres considerados nivel bajo; y uno, medio), mientras que están vigentes otros tres casos ‘de especial relevancia’ calificados en nivel medio, y un caso con menores ‘en situación de riesgo’, que es el que se ha mencionado al inicio.

En cuanto al acumulado desde que entró en vigor el protocolo-instrucción de 2019, en Soria se han contabilizado 32 casos de especial relevancia, en nueve están implicados menores en ‘situación de vulnerabilidad’ y siete ‘en riesgo’ (violencia vicaria).

Asimismo, de los 32 casos de especial relevancia, acumulados desde el 13 de marzo de 2019, destacan  tres de nivel extremo, mientras que 15 están calificados como altos y 14 , medios. También en los nueve valorados con menores ‘en situación de vulnerabilidad’ en estos dos años, ha habido uno de nivel extremo yotro alto, mientras que el resto se han situado en los niveles medio (cuatro), bajo (dos) y no apreciado (uno).

Y, finalmente, de los siete casos de violencia de género con menores ‘en situación de riesgo’, uno ha sido considerado como extremo y los otros seis com o nivel alto.

tipos. Los casos con menores ‘en riesgo’ son aquellos que, tras la valoración policial a la víctima, se detecta una especial combinación de indicadores que apuntan a que la violencia ejercida por el agresor sobre la víctima podría extenderse a otras personas cercanas, especialmente hacia los menores a su cargo. En este contexto, el agresor ya ha ejercicio la violencia sobre los menores o ha amenazado con hacerlo con el único objetivo de atacar a la madre. Según el protocolo de 2019, se da únicamente en casos con riesgo, medio alto o extremo.  

Cuando se trata de casos con menores ‘en situación de vulnerabilidad’ son los que la familia pone en riesgo el bienestar de menor porque, por distintas circunstancias, no está garantizado su cuidado, mientras que los ‘de especial relevancia’ son aquellos en los que ha habido violencia en el hogar por parte del progenitor, aunque no necesariamentee sobre los niños.

Estos tres supuestos de protección para los menores - ‘en situación de riesgo’, ‘vulnerabilidad’ y ‘especial relevancia’- pueden darse de forma aislada o combinados. Por ello, el protocolo exige que cada vez que se produce un denuncia, la víctima responda a un cuestionario de 39 preguntas para descubrir si sus hijos se encuentran en alguna de estas coyunturas. De detectar alguna, el propio sistema genera una diligencia que se envía al juzgado y se efectúa la valoración forense del menor. El peligro de violencia vicaria se puede advertir a partir de la calificación de ‘especial relevancia’.