El Gobierno de coalición debate la futura Ley de Vivienda y uno de los asuntos de controversia es la regulación de los alquileres. Ni por volumen ni por precios Soria está en el punto de mira del Ejecutivo a la hora de poner límites al alquiler, pero lo cierto es que la provincia también vive su peculiar ‘boom’.
La demanda para alquilar una vivienda ha ganado protagonismo y en estos momentos hay un «claro desajuste entre oferta y demanda», de modo que «faltan pisos» para cubrir las necesidades, comparten las inmobiliarias consultadas por El Día de Soria.
Hay ya un «problema» de acceso a la vivienda en la ciudad, que se agrava además en la población más vulnerable porque el aumento de la demanda ha venido acompañado de una de subida de precios, y es posible que lo que se ve sea solo la punta del iceberg. Si se cumplen todas las previsiones de empleo anunciadas por las administraciones, Soria recibirá en los próximos años a los funcionarios de la cárcel, a los trabajadores de la depuradora, los del ATI de Garray, los de las nuevas empresas del PEMA, los del Centro de Procesamiento de Datos... Son decenas de nuevos demandantes que se suman a los ‘habituales’ de cada año (profesores, sanitarios o universitarios), lo que supone un mercado al alza que, con el oferta actual, resulta «imposible» cubrir, alertan desde las empresas del sector.
Solo es necesario darse una vuelta por Soria y observar que hay decenas de anuncios de pisos en venta, pero apenas ninguno de alquiler.
demanda «exagerada». «La demanda ahora es exagerada, nunca antes hemos tenido tanta. Yes un problema ahora porque no hay pisos, no hay oferta; pero en septiembre, o incluso antes, se puede agravar», aventura Enrique Calvo, de Pisos y Casas, quien desde hace ya tiempo viene advirtiendo un aumento de la demanda que justifica en dos aspectos: «La pandemia, con gente que quiere cambiarse a pisos nuevos con terraza y gente que está viniendo a teletrabajar;y los trabajadores de los nuevos proyectos que hay en Soria, como los ingenieros de la depuradora, los de los aviones...».
En la misma línea, Caty Lorenzo, de Piso Ideal, repara que «el mercado de alquiler en Soria siempre se ha caracterizado por que la oferta está por debajo de la demanda y en determinadas épocas, como cuando llegan los universitarios o las promociones de policías en prácticas, se dispara. Siempre hay olas, pero también es cierto que ahora hay un ‘boom’ y que el mercado va a más», reconoce. Concreta que el tipo de vivienda que se busca difiere del perfil del usuario: «El que viene por trabajo temporal busca un piso de una o dos habitaciones de precio no muy elevado (unos 475 euros);los funcionarios que vienen para un tiempo más largo buscan piso de tres habitaciones con garaje en zonas que tengan servicios para la familia (colegio, guardería...), y luego los estudiantes buscan pisos grandes de cuatro habitaciones para compartir».
La misma visión comparte Sonia Lucas, de HogarES Inmobiliaria, quien admite que el problema viene de lejos pero se agravó en la pandemia, y sigue al alza. «La situación del alquiler en Soria nunca ha sido buena y siempre hemos ido justos, pero ahora se ha desbaratado todo. Nos pasó en pandemia, con los médicos y enfermeros y, también con la policía, y ahora está pasando ya con los funcionarios que vienen para la cárcel nueva. Nos faltan pisos», sentencia. Y esta situación, alerta, tiene sus consecuencias. La primera, en los precios, que «han vuelto a subir». «En pandemia fue una locura porque, como no había, se pagaba lo que fuera y se dispararon muchísimo (un piso para estudiantes de cuatro habitaciones, 975 euros). Y eso no favorece a la ciudad porque lo sufrimos todos», avisa. La segunda, que como hay tanta demanda, «se alquila todo», y eso va en detrimento de la calidad, por lo que «hay que trabajar todavía mucho con los propietarios para que inviertan en el piso», reconoce.
Es un mensaje que comparten varias inmobiliarias, que piden además diferenciar claramente lo que se alquila directamente por los propietarios o a través de portales de internet, donde a veces «los precios se disparan» y «se alquila todo», de lo que se alquila desde los profesionales y empresas del sector, donde se cuida más la calidad, se trata de «ajustar» calidad/precio y se trabaja de forma personalizada para «encajar el perfil del propietario y del inquilino».
En un sector tan volátil resulta difícil concretar a qué responde este ‘agotamiento’ de pisos en alquiler asequible. No obstante, desde el sector apuntan a varios hechos. Algunos están vinculados directamente a la pandemia, como es el incremento de demanda entre estudiantes universitarios que se quedaron fuera de las residencias (por tema de aforo) y tuvieron que buscar una vivienda de alquiler a última hora, según recuerdan desde Inmobiliaria Alto Duero, desde donde reconocen que «los estudiantes han copado prácticamente todo y ha sido un ‘handicap’ este año». Con el final de curso y el fin de esos contratos, desde esta inmobiliaria soriana confían en retomar ahora cierta estabilidad, tras «la escasez» sufrida.
En esta misma línea, Eliseo García, de Alfa Soria Inmobiliaria, explica que «desde hace quince días van entrando pisos de estudiantes», si bien aventura que «va a haber más solicitudes que vacantes y previsiblemente van a faltar pisos». Porque parte de estos estudiantes volverán en septiembre y, a ellos, se sumará «la apertura de la cárcel y otros proyectos».
Admite no entender a qué responde esta situación porque «realmente la población de Soria no ha crecido», y apunta a aspectos estacionales, como los movimientos laborales o de estudiantes pero, también, al incremento de viviendas alquiladas por las entidades que trabajan en Soria el programa de Protección Internacional.
Desde HogarES Inmobiliaria consideran que buena parte del aumento de la demanda registrada en los últimos meses se justifica también en la llegada de «funcionarios, médicos, enfermeras, policías, funcionarios de prisiones...», señala Sonia Lucas, que concreta que, en estos casos, se buscan pisos de uno o dos dormitorios para estancias temporales ya que «Soria no termina de captar y, en general, es gente que está de paso». Sobre el fenómeno de los estudiantes, desde esta inmobiliaria concretan que «buscan pisos de tres, cuatro y hasta cinco habitaciones», y están dispuestos a pagar «casi 1.000 euros», de modo que son, en parte, «los que han disparado el precio del alquiler». Y a todo esto suma Lucas también, en pandemia, la población procedente de grandes ciudades que ha cedido teletrabajar desde Soria, si bien en estos casos se han buscado, sobre todo, «casitas en pueblos» y «varios han decidido comprar».
«más movimiento». Desde la Cámara de la Propiedad Urbana de Soria, donde realizan la gestión recaudatoria de las fianzas arrendaticias y, por tanto, donde registran todos los contratos legales que se llevan a cabo en Soria [hay que tener en cuenta que parte se hace en negro], admiten que «hay muchos más alquileres que hace cuatro o cinco años», pero con un matiz. Porque, a juicio de la secretaria de la entidad, Nieves Alcalde, «mucho es movimiento de inquilino». «Antes la gente quería cierta estabilidad. Ahora, los inquilinos se mueven mucho, no les importa cambiar de piso al poco tiempo», explica, incidiendo en más contratos no significa más pisos alquilados. Sea como sea, lo cierto es que en la asociación «ahora hay más trabajo que nunca», y prueba de ello es que en 2020, cuando en teoría la gente no se pudo apenas mover, se llegaron a registrar «casi 800 contratos de alquiler». Cabe apuntar que no todos son nuevos alquileres, pueden ser devoluciones de fianza u otros trámites. Hay «más movimiento» porque la gente se mueve más y, también, «porque ahora la gente cumple más», en alusión a que «cada vez la gente está más concienciada con hacer las cosas bien».
En este volumen de contratos de alquiler pesan mucho, considera, los estudiantes. «Antes era un mal perfil para el propietario y ahora es bueno, porque son pisos grandes que se alquilan para compartir, que los padres responden...». Este perfil, apunta, durante la pandemia dio mucho trabajo y fue complicado. En el confinamiento, porque era complejo resolver la disolución del contrato de alquiler teniendo en cuenta que los chicos no podían ni acudir a recoger sus cosas. Y, después, porque con las residencias cerradas o con aforo limitado, se dispararon las necesidades de vivienda.
Espera que «se note más si vienen funcionarios a la cárcel». Máxime, admite, teniendo en cuenta que «son perfiles ‘buenos’» para los propietarios ya que «cuentan con trabajo fijo, con salarios buenos... lo que supone que, en principio, pueden pagar». No obstante, insiste, «hay que esperar».
En cuanto al perfil del inmigrante, que en Soria tiene cierto peso, considera Nieves que «aquí no ha habido problema hasta ahora como en otras provincias», si bien reconoce que hay quien no quiere alquilar a estos perfiles, aunque «generalmente no da problemas», asegura.
disposición de suelo. El Ayuntamiento de Soria no es ajeno a la situación. A juicio del concejal de Urbanismo, Luis Rey, es un «problema» que no haya oferta suficiente para cubrir la demanda y eso encarezca el acceso a la vivienda, si bien considera que «es probable que haya mucha vivienda vacía que no está en uso» y que podría ser susceptible de incluir en el mercado. En espera de que «legalmente se regule» el fomento del alquiler de las viviendas vacías, el Ayuntamiento «lo que puede hacer es tratar de poner suelo en el mercado para tratar de abaratar el precio de las viviendas», considera el edil. Es una solución pero, reconoce, «las últimas licitaciones que hemos sacado de suelo municipal no se han adjudicado» porque no han contado con el interés de los promotores. A pesar de esta tesitura, avisa Rey, el Ayuntamiento«ha intervenido decididamente en el mercado de la vivienda» a través de diferentes líneas en los últimos años, y tiene «margen» también para seguir haciéndolo a corto-medio plazo.
Sobre lo hecho, recuerda el programa ARI, que permitió rehabilitar 370 viviendas y locales con una inversión de casi cuatro millones de euros a finales de la década pasada y principios de esta. Además, el Ayuntamiento ha puesto a disposición en los últimos años 637 viviendas de protección pública en el mercado entre la iniciativa privada y la pública (vivienda de precio tasado).
Sobre lo que se está haciendo, destaca el programa ARU, continuidad del programaARI, que prevé una inversión de tres millones en la rehabilitación de 140 viviendas en una primera fase. Además, para ayudar a la rehabilitación de viviendas (algunas irán a alquiler) , «invertimos del orden de 200.000 euros al año a través de las ayudas de Eco-inversión, de las cuales en el último año se han tramitado 38 expedientes», recuerda Rey.
Además, antes de que acabe el año, el Ayuntamiento quiere poner en marcha, a través del EDUSI (fondos europeos), un programa que supone la adquisición de ocho viviendas para rehabilitación, que se sumarán a las que está rehabilitando ya en la calle Mesta.El objetivo es, con esa bolsa de vivienda municipal, «sacar un programa específico de vivienda destinado al ámbito social o a los jóvenes, para facilitar la emancipación», anuncia el concejal.
De cara al futuro, recuerda, «se ha hecho una operación importante de compra de suelo a través de la subasta de Fadesa, del sector 10, en la zona del Caballo Blanco, donde el Ayuntamiento ha adquirido del entorno de 300.000 metros cuadrados (más del 50% del sector) que van a permitir, cuando se desarrolle, que el Consistorio tenga suelo para poner en el mercado y tratar de facilitar el acceso a la vivienda».
El Ayuntamiento de Soria trabaja en varias líneas «para facilitar la compra o alquiler de vivienda» pero además, recuerda Luis Rey, para aquellas personas que tienen dificultades, hay líneas de apoyo a través de Servicios Sociales, así como viviendas para colectivos vulnerables. Dentro de las ayudas de emergencia y gastos básicos, se destinan 125.000 euros a ayudas, en régimen de concurrencia competitiva, con destino a subvencionar gastos básicos de vivienda (comunidad, electricidad y calefacción) a personas físicas arrendatarias o propietarios de viviendas situadas en el municipio de Soria. En este marco, han sido 324 las familias que recibirán la ayuda con una partida final de 115.947 euros.