La CDU se aleja de Merkel

Agencias
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El bloque conservador inicia la precampaña con un discurso lleno de críticas a la gestión de la canciller, de la que buscará desmarcarse

La conservadora ha mantenido un duro ‘tira y afloja’ con su sucesor al frente del partido, Armin Laschet. - Foto: MICHAEL KAPPELER

Alemania está a punto de empezar una nueva etapa. Después de más de tres lustros, Angela Merkel no optará a la Cancillería en las próximas elecciones y el líder de su formación, la Unión Cristianodemócrata (CDU), el centrista Armin Laschet, empezó ayer a marcar un rumbo propio hacia esos comicios, abriendo distancias respecto a la todavía mandataria, que no guiará a esta formación a la victoria en las urnas. 

«Somos los más capacitados para superar los estragos causados por una pandemia que ha mostrado, además, nuestras debilidades», afirmó Laschet en un acto virtual calificado por él mismo de «pistoletazo de salida» para un nuevo programa electoral ante las generales del próximo septiembre.

Entre esas debilidades, citó el déficit del país en materia digital. Es decir, el obstáculo diario para las familias, tras meses de clases on line por la crisis sanitaria, obligadas a lidiar con una red de internet que no está a la altura de la primera potencia europea. Pero también la excesiva burocratización, que lastra la campaña de vacunación contra la COVID-19.

La CDU debe impulsar la «modernización del país», tras una década en la que, incidió, «nos hemos dejado llevar por las comodidades». Hay que poner fin, además, a un exceso de «regularización» que perjudica a mercados como el farmacéutico y el químico, cuya relevancia sacó a la luz la pandemia. «Alemania debe volver a ser la farmacia del mundo», añadió, para lamentar que, en estos y otros sectores, China haya tomado la delantera.

El discurso de Laschet, al frente de la CDU desde enero, fue una respuesta a las críticas vertidas por Merkel este fin de semana contra él, primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, la región más poblada del país, que está haciendo caso omiso a las advertencias lanzadas por el Ejecutivo central. No es la primera vez que la canciller censura a su sucesor, uno de los líderes autonómicos que con más celeridad aplicó la desescalada en las restricciones en la primera ola de la pandemia, en 2020, y que ahora tampoco las aplica con el rigor que Merkel defiende como necesario.

«Soy un europeísta apasionado, por experiencia y convicción», se presentó dirigente, en un guiño hacia el líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Markus Söder, su teórico rival en el pulso por ser el candidato conservador a las generales de septiembre.

La cuestión debe consensuarse entre la CDU y la CSU. A Laschet, que fue eurodiputado, se le identifica con el centrismo europeísta de Merkel; su homólogo bávaro es más derechista, además de haber defendido el Grexit -salida de Grecia del bloque- en plena crisis de la eurozona.

La crisis sanitaria ha invertido ahora los papeles: Laschet se ha apartado de la política cautelosa de Merkel, mientras que el derechista Söder pide, día a día, una rigurosa línea de actuación unitaria en todo el país, acorde con la idea de la canciller.

«Se hace raro ver la pelea entre el líder de la CDU y la canciller de la CDU a meses de las generales», apuntó horas después Söder. El bávaro no ha dicho oficialmente que aspire a ser el candidato en septiembre, pero se le supone esa aspiración y es más carismático que Laschet. Hasta ahora, ningún líder de la CSU alcanzó la Cancillería. En 1980 lo intentó Franz Josef Strauss y en 2002 le siguió Edmund Stoiber; ambos se quedaron a las puertas del poder ante la unión de los socialdemócratas con los liberales.