"La escasez de tronco preocupa"

N.Z.
-

La madera vive un momento de crecimiento que la pandemia no ha hecho más que impulsar. Pero su futuro pende de la falta de materia prima. Por eso, desde ASIF piden a la Junta que mejore la gestión forestal y, también, ayudas para «potenciar» el secto

"La escasez de tronco preocupa" - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Soria es la tercera provincia de la Comunidad con más superficie forestal y mayor número de árboles, lo que ha ayudado a convertir la industria de la madera en un importante foco de desarrollo económico. Precisamente para potenciar al sector nació en 1977 la Asociación Soriana de Industrias Forestales. El recién reelegido presidente de ASIF, Francisco Javier Rupérez, analiza las debilidades y fortalezas del sector. 

¿Cuál es la situación de las industrias?

Ahora mismo hay una gran preocupación por la escasez de materia prima. La escasez de tronco es el principal problema, por encima de todos los demás que puede haber y, si no mejora la gestión, vamos a tener un gran problema a medio plazo. 

En una provincia con 598.000 hectáreas de superficie forestal. En una Comunidad donde el 52% del terreno es forestal, ¿cuál es el problema para que no haya materia prima?

Hay que mejorar la gestión forestal y, sobre todo, poner en valor una gran cantidad de madera que hay desaprovechada en nuestros montes, principalmente en montes privados. 

La despoblación de la que tanto se habla ha afectado mucho al sector porque, al abandonarse los pueblos, ya nadie sabe de quién es cada pequeña parcela de monte. En muchas ocasiones son de muchos propietarios [por herencias] que ni van a los pueblos. Todo eso se pierde y ahí hay gran masa de madera sin explotar. Eso habría que ponerlo en valor porque ahora realmente la mayoría de la madera que se sierra en la comarca de Pinares de Burgos y Soria proviene del País Vasco. Se sierra más de allí que de aquí porque hay más disponible.

¿Cuál sería la solución?

La única solución que veo es poner en valor todos los montes privados que están sin explotar ahora mismo en todo el conjunto de Castilla y León. En Soria es donde mejor se están haciendo las cosas en ese sentido porque hay una asociación, Asfoso, que está trabajando muy bien en esa línea, aunque se podría ampliar. Es un modelo que habría que explotar.

Asfoso lleva años trabajando en un modelo denominado 'montes de socios', ¿es el modelo a seguir?

Efectivamente, es el modelo que creo que habría que exportar a Castilla y León. Pero a nivel administración esto es como un reino de taifas y cada uno hace las cosas a su manera y no tenemos contacto con la provincia de al lado. Hay que hacer las cosas más en común y, si algo está funcionando bien, vamos a exportarlo al resto de provincias. Cuesta y por eso habrá que dotarlo de los recursos necesarios, y por eso creo que esta labor la debería encabezar la Junta. 

El modelo es identificar a los propiedades, unirlos y plantear un aprovechamiento conjunto del monte, ¿no?

Normalmente hablamos de minifundios, parcelas que se van subdividiendo de abuelos a hijos, de hijos a nietos… de modo que la base cada es más grande y es gente que no está en los pueblos.Eso supone que está todo abandonado, lo que provoca además muchos problemas de incendios forestales. Encima de no explotarlo, genera problemas y gasta recursos. 

Antes había aserraderos en todos los sitios donde había masa forestal. Y vemos que donde han ido desapareciendo los aserraderos es donde mayores problemas hay. Como el monte no genera recursos, está todo abandonado, no se hacen limpias, no se hacen caminos… y, en cuanto hay una chispa, no hay quien lo pare. 

¿Temen que haya que parar la producción por falta de materia prima?

Eso nos puede pasar a muy corto plazo porque este invierno parece que viene muy fuerte ya desde el principio, y hay miedo porque es posible que en poco tiempo no haya nada de materia prima disponible aquí porque los montes están inaccesibles por las nevadas. No es algo nuevo pero este año es muy pronto, no es habitual estar ya así cuando aún no hemos ni entrado en invierno. Ahora tenemos por tanto un problema a corto plazo por climatología; pero el principal problema lo veo a medio plazo. 

¿Por qué se puede agravar a futuro?

Cuando aquí no hay posibilidad de acceder al recurso y tienes que hacer funcionar tu empresa, cada uno busca donde puede, aunque sea lejos. Ahora la mayoría de la madera que se sierra aquí es del País Vasco, y también de Galicia. El problema puede estar a medio plazo porque en el País Vasco ha habido una plaga muy potente de unos hongos (la banda marrón). Ha habido que eliminar grandes extensiones de repoblaciones, de madera joven, para combatir la plaga rápido y, aunque queda madera más fuerte, buena parte de la regeneración que tiene que venir por detrás (porque esto es un ciclo) ha desaparecido y, por tanto, dentro de unos años ese recurso va a ser muy escaso y aquí la producción de nuestros montes no es ni mucho menos suficiente para la industria que tenemos instalada. 

Si la cercana, la de la Comunidad, no es suficiente y la del País Vasco va a fallar, ¿valoran traer de otros sitios?

No está fallando ahora pero fallará y, ante ese horizonte, el campo es trabajar en el recurso más próximo, en Castilla y León. La posibilidad de corta es lo que el monte crece cada año. En los montes públicos de Soria o, mejor dicho, en los montes gestionados por el Servicio Territorial de Medio Ambiente, se está cortando entre un 48-50% del crecimiento, de la posibilidad de corta. En los montes de países nórdicos están hasta en el 80-90% del crecimiento anual, por lo que podemos aumentar las cortas de estos montes. Pero es que además tenemos cantidad de montes privados abandonados y ahí es de donde tenemos que sacar los recursos del futuro;pero eso es un plan a medio-largo plazo. 

¿Cuántas empresas y cuántos empleos dependen del sector?

En la comarca de Pinares habrá unos 500 empleos directos que, para una zona como la nuestra, no es que sea importante, es que es fundamental. Aunque hay alguna otra actividad, realmente toda la comarca vive de esto. La base es la madera. 

En plena era de la lucha contra la despoblación, ¿qué papel juega el sector para mantener el entorno rural?

Es la parte fundamental. Si ahora mismo hacemos desaparecer la transformación de la madera, se quedaría todo como un desierto, porque no hay alternativa. En otras zonas pueden tener agricultura pero en la nuestra tenemos monte y los recursos que salen de él. La micología, en otros sitios hay castañas, ahora se está trabajando muy bien en el tema de la resina... pero la capacidad de empleo está en la extracción de los recursos madereros y en su transformación. Si no es por esa base, se acabaría, y por eso lo que habría que hacer es potenciarlo.

¿Cree que está suficientemente reconocida esta aportación del sector a la lucha contra la despoblación?

En absoluto. En muchos foros venimos hablando de este tema pero creo que la administración, que al final es la que tiene que tomar cartas en el asunto, habla pero realmente no actúa. Hay una inacción terrible. ¿Qué podríamos hacer? Porque criticar es muy fácil pero lo que hay que dar es soluciones... Lo que se necesita en los pueblos para mantener a la población son industrias, no hay otra manera. El turismo ayuda pero no es ninguna base, y hay muchísimo ejemplos de pueblos llenos el fin de semana pero sin vida en invierno que pierden habitantes. Lo que asienta es la industria y por eso lo que hay que potenciarla. Primero, mantener la que hay, porque la experiencia nos dice que, cuando cierra una empresa en un pueblo, ya no se vuelve a abrir. Y si además podemos potenciar a esas empresas y que transformen más, que empleen a más gente… mejor. Y esto no solo para la madera, también para la poca agricultura que tenemos y, muy importante, para la ganadería. Con la posible transformación de productos también existe un nicho importante de trabajo. 

¿Hay un perfil claro en la industria forestal en la provincia?

Hay un perfil clarísimo con una excepción. Son pequeñas empresas familiares enclavadas en pueblos pequeños. Y el perfil es el mismo tanto a nivel de explotación forestal como en aserraderos y segunda transformación de la madera. La excepción conocida es Losán, ubicada en Soria 

Por lo que entiendo, el sector acusa la falta de respaldo institucional.

Tradicionalmente ha sido así. Tenemos un problema y es la dispersión en diferentes Consejerías de la Junta. La parte forestal está en Medio Ambiente, los aserraderos estamos enclavados en Agricultura, y la segunda transformación en Industria. 

En Agricultura la prioridad siempre ha sido la agricultura y ganadería, y la parte industrial de la parte forestal siempre ha sido la gran olvidada. Vienen fondos de Europa y nos han llegado prácticamente migajas, y muchos años ni siquiera ha habido convocatorias de ayudas para mejorar las explotaciones. Yo siempre digo que la industria de la madera de Soria no se ha desarrollado más por la falta de ayudas, porque exigir grandes inversiones a empresas pequeñas para cambiar máquinas, instalaciones… es muy difícil sin apoyos o con ayudas mínimas. Tienes que ir muy poco a poco y por eso cuesta tanto desarrollar. País Vasco o Galicia, que hace unos años estaban muy por detrás de nosotros, nos han adelantado porque sus respectivas administraciones han apostado realmente por el sector al considerarlo esencial y con un altísimo potencial tanto de fijación de población como de capacidad productiva y económica. En Castilla y León aún no lo tenemos muy claro.

Es un sector tradicional pero el futuro pasa por la innovación, la tecnología, la digitalización… Asumir esas inversiones sin ayudas ¿es viable?

Es muy complicado y te obliga a ir más despacio. Tenemos un sector muy maduro y las pequeñas empresas que lo conformamos necesitamos una gran modernización en maquinaria y tecnología. Para eso reclamamos las ayudas. La realidad es que la única 'garantía' de continuidad de una industria son las inversiones que realiza para afrontar los continuos cambios en el mercado y en la sociedad en general. 

¿Falta introducir más tecnificación?

Posiblemente sí, sobre todo en cuanto a control de procesos e innovación de nuevos productos. Lo vamos haciendo y en este sentido quiero agradecer la aportación de Cesefor, que para nosotros es muy importante. Es un dinamizador porque nos permite entrar a las pequeñas empresas y hacer proyectos en común para sacar adelante objetivos tecnológicos. 

Con ellos hemos sacado las certificaciones que tenemos de Gestión Forestal, la marca Pino Soria-Burgos, el Marcado CE para madera estructural… y estamos ahora con un proyecto de innovación de producto.

Cesefor es clave ¿y la universidad?

La universidad siempre ha estado un poco más retirada pero ahora mismo sí que está apostando bastante y estamos haciendo colaboraciones. Yo por ejemplo a nivel de empresa estoy haciendo convenios y proyectos, pero es algo que tenemos que potenciar más. 

¿Dónde va la madera que sale de las industrias forestales de Soria? 

Hay algo de exportación -pero no mucha- y la realidad es que la gran mayoría va al mercado nacional. El mercado es interior y se reparte por toda la geografía pero, como hay gran variedad de productos, depende del producto va a un sitio u otro. La madera estructural para hacer viviendas, cubiertas, forjados… va a todo España. Y la madera para embalaje (como palets), que es una segunda transformación muy importante en Soria, va a todo tipo de mercancías. 

Nuevos negocios como la biomasa ¿se está trabajando ya en Soria?

Menos que otros. Es curioso porque somos productores de biomasa pero los consumidores intensivos de biomasa están en la parte burgalesa. 

Hablaba de la madera estructural. El auge que vive la construcción, ¿está tirando también del sector forestal?

Indudablemente. La parte de madera estructural tiene un crecimiento exponencial y ahora estamos en muy buen momento comercial. La gente, sobre todo en zonas rurales, quiere vivir en entornos más saludables y sostenible, y ahí entra de lleno la madera. El problema es, como decía al comienzo, encontrar toda la madera que necesitamos. Tener la producción prácticamente vendida es algo genial para cualquier empresa, pero tenemos el problema del aprovisionamiento. Podemos llegar a morir de éxito porque tengamos mucha venta y no somos capaces de tener materia prima para abastecer esa venta. Es un gran problema a corto plazo puntual (por climatología) pero a medio-largo plazo pasará a ser estructural. 

El mueble fue un sector de referencia pero cayó en la anterior crisis y ahora es residual. ¿Hay opción de recuperar?

El mueble cayó en la anterior crisis pero realmente el problema venía de atrás y era la crónica de una muerte anunciada. Era un sector boyante conformado por muchísimas cooperativas (el ejemplo era Duruelo) pero se veía venir que había que cambiar porque, con el tiempo, las tendencias, los gustos, las necesidades cambian. Llegó Ikea y arrasó, de modo que la crisis de 2008 lo que hizo fue dar la puntilla a un sector que estaba ya herido de muerte. 

Habría que haber cambiado muchas cosas, sobre todo de diseño de producto, que no se hicieron en su momento. ¿Ahora mismo recuperar todo eso? Yo lo veo prácticamente imposible. Veo que hay nichos de mercado para fabricaciones especiales que no se encuentran en grandes cadenas comerciales pero competir con los grandes es imposible. 

Ahora consumir productos de madera se entiende como una forma de cuidar  los bosques. ¿Está favoreciendo al desarrollo del sector esa tendencia a consumir sostenibilidad?

Está clarísimo, la concienciación que viene dada de la educación es fundamental para nosotros. Hace unos años cortar un árbol parecía que era un asesinato. Ahora por fin estamos viendo que es todo lo contrario y es realmente el único material sostenible con el que podemos construir, porque cortamos un pino y dentro de determinados años vamos a tener otro pino en el mismo sitio. Es un ciclo sin final haciendo las cosas bien, como se están haciendo en Soria y como se han hecho tradicionalmente, porque aquí realmente se ha trabajado siempre bien el monte, aunque ahora esté certificado. 

En Soria un tercio de los montes cuentan con la certificación de Gestión Sostenible, ¿cómo les afecta?

Realmente no nos afecta en nada, simplemente sirve para certificar una buena práctica que aquí ya se viene haciendo desde tiempos ancestrales. 

Creo que en las escuelas habría que incidir un poco más y educar desde pequeños en que cortar un árbol no es malo, al contrario, es bueno siempre y cuando se haga como y cuando debe hacerse. Es bueno porque tenemos una fijación de carbono y vamos a construir una casa con un montón de carbono fijado, y vamos a plantar ahí otro árbol que se va a alimentar de carbono y va a volver a fijar carbono hasta que lo cortemos y pongamos en otro sitio. Afortunadamente, esta idea poco a poco se ha ido implementando en la sociedad y sobre todo en los grupos ecologistas, que eran reticentes y resistentes hasta no hace muchos años. Ahora su discurso es totalmente diferente. Ojo, siempre hablando de una gestión forestal sostenible como hacemos aquí, nada de atrocidades como las deforestaciones ilegales en el Amazonas o en otros lugares del mundo. Eso hay que erradicarlo de todas las maneras posibles.     

¿Qué impacto ha soportado el sector con la pandemia y con las crisis posteriores de suministros, electricidad…?

Esta crisis ha sido diferente a las anteriores. La anterior fue financiera, económica, de la construcción… y eso al sector de la madera nos afectó muchísimo. Pasamos a que nuestras facturaciones cayeran a la mitad, a no tener trabajo, a tener impagados… Esta ha sido una crisis de perfil totalmente diferente. Los tres primeros meses es cierto que fueron de incertidumbre y, aunque la madera se consideró sector esencial y no tuvimos que parar (porque la alimentación, las medicinas… van encima de palets y eso tenía que seguir funcionando), había mucho miedo. La realidad es que la pandemia lo que ha hecho ha sido potenciarnos. Ya veníamos con una clara recuperación al alza y esta pandemia ha dado como un pistoletazo de salida a un 'boom' de necesidad de madera. Se ha vuelto a mirar a los pueblos como refugio "por si vuelven a venir mal dadas" y la rehabilitación de viviendas en el entorno rural nos ha dado un gran impulso.

Este 'boom' hace prever que se va a necesitar contratar hasta 60.000 trabajadores en España en los próximos cinco años;pero se alerta ya de falta de mano de obra cualificada. ¿Cuál es la situación en Soria? 

No sabría decir si ese número a nivel nacional es así pero que se necesitan trabajadores en el sector forestal es innegable. Es un poco generalizado y ocurre casi en cualquier sector, pero desde luego que en el sector forestal se buscan trabajadores y no hay gente para trabajar ni en perfiles técnicos ni en perfiles sin cualificación. Esto viene también de la mano de la despoblación, porque no tenemos mano de obra en los pueblos, y lo que tenemos que hacer es atraer.

Nuestro sector tiene potencial de generación de mano de obra. Ahora mismo a nivel de explotación forestal se necesita mano de obra;pero también en los aserraderos. Normalmente no tenemos mano de obra cualificada porque la FP en el sector siempre se ha dedicado al mueble, y es algo que vengo reivindicando desde hace tiempo, que se forme a gente para trabajar en la primera transformación.     

En la universidad se imparte el Grado de Ingeniería Forestal. Además, hay FP del mueble, de aprovechamiento del medio natural, y de gestión forestal. Por lo que le entiendo, no cubre las necesidades.  ¿Sería necesario impulsar la formación dual?

Efectivamente, eso es lo que nos hace falta. Tenemos una parte que está encaminada al monte y otra al mueble pero en el medio tenemos un vacío, y realmente donde más posibilidades de empleo hay es en esa primera parte y en esta parte central, porque el sector del mueble es difícil de recuperar. Hay un nicho de trabajo real en el monte y en los aserraderos. 

Ante el escenario que ha dibujado, ¿qué expectativas hay para 2022?

Las expectativas en general son buenas porque traemos una excelente inercia en cuanto a ventas, incluso en esta época del año en la que estamos que, generalmente, no es tan propicia. Siempre queda el resquemor que hemos hablado desde el principio, que consigamos la materia prima que necesitamos para trabajar y un poco el ojo puesto en la incesante subida de los costes de producción, sobre todo a nivel energético. De cualquier forma y siempre dentro del realismo, soy optimista por naturaleza y confío en que consigamos los aprovisionamientos necesarios y se contenga al menos en parte la subida de los precios de la energía, por lo que espero un buen 2022 para nuestro sector.

Acaba de ser reelegido presidente de ASIF, ¿qué proyectos tiene?

A nivel de ASIF vamos a potenciar algunos acuerdos que se nos quedaron un poco parados con el inicio de la pandemia, sobre todo a nivel de maquinaria. Pero bien es cierto que los problemas de las empresas que conforman ASIF son los mismos que para el resto de Castilla y León. ASIF es miembro de CEMCAL, Confederación de Empresarios de la Madera de Castilla y León, de la cual ahora mismo también soy presidente, y los proyectos de ASIF los trasladaría a los proyectos de CEMCAL. 

Dentro de los proyectos comunes, uno de los principales es afrontar el tema de la dispersión del sector en diferentes Consejerías. Necesitamos un sector unificado y fuerte para poder ser competitivos y acometer los problemas con una sola voz y enfoque, cosa que hasta ahora ha sido imposible. 

Hay que intentar resolver también el tema de la materia prima mediante la proposición a la Junta de proyectos para poner en valor la madera que tenemos en la región, porque el recurso está ahí. Y hay que conseguir unas ayudas acordes a lo que necesitamos para poder crecer. Estoy seguro de que, si la Administración se decide por fin a apostar decididamente por este sector, el retorno que éste daría a toda la sociedad en forma de actividad económica pujante y de mantenimiento y generación de puestos de trabajo donde más se necesitan, en el medio rural, sería realmente importante. Necesitamos apoyo tanto para innovar como para modernizar maquinaria e instalaciones.

Por otro lado, quiero mencionar a nuestra federación de empresas, FOES, de la que formamos parte y que tan importante es de cara a dar servicios a nuestros asociados. Poco a poco creo que se va reconociendo el papel dinamizador que desempeña para la sociedad soriana.

¿Esas ayudas irían encaminadas a la tecnificación y modernización?

Desde luego. Es necesario innovar mediante proyectos, que en parte ya estamos acometiendo, junto con la Universidad y Cesefor. Ya vamos obteniendo buenos resultados y espero sinceramente que nos sirvan para realizar buenos proyectos empresariales que nos ayuden a mejorar nuestras empresas y, por extensión, a nuestra querida provincia de Soria.