Ha sido la imagen más repetida este domingo. Los sorianos han tenido que echar mano de palas para desenterrar literalmente sus coches sepultados por más de 30 centímetros de nieve tras el paso de la borrasca Filomena.
Sobre todo para evitar que se pueda convertir en hielo, ya que a partir de medianoche se activa el aviso amarillo por riesgo de temperaturas mínimas de hasta -8ºC.