Un verano sin 'vacaciones en paz'

P.B.
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Los cinco niños saharauis que participan en Soria con el programa solidario se quedan este año sin respiro estiva

Un verano sin 'vacaciones en paz'

E n pleno estado de alarma, la Delegación Saharaui para España informaba de la suspensión de ‘Vacaciones en Paz’, el programa nacido a mediados de los 80 con el que miles de niños saharauis de entre 9 y 12 años son acogidos por familias españolas durante los meses de julio y agosto. 

Este año no será posible porque como anunciaba el comunicado de los organizadores «por muy dolorosa que sea la decisión, a nuestro juicio, es la mejor opción por la que podemos decantarnos en estas circunstancias excepcionales que atraviesa el mundo». Najla o Nayla, como se presentó el día que llegó a España a sus padres de acogida, es una de las cinco niñas y niños saharauis que pasaron el verano de 2019 en Soria. Al próximo año no volverá, puesto que este mes de julio cumple los 12 años, edad límite para participar en el proyecto. Según Siro Soria y Esther Martínez, sus padres de acogida, «se tomó bien la noticia porque es una niña positiva, responsable y muy madura para la edad que tiene».

Desde el campamento de refugiados 27 o Bojador, situado en la región suroeste de Argelia, Nayla llegó a la capital soriana por primera vez el año pasado, para huir de las altas temperaturas que se registran en el desierto, seguir aprendiendo el español y buscar una alimentación más equilibrada. Siro, Esther y su hija Elisa la recibieron con los brazos abiertos, sumándose así a este proyecto que ofrece a estos niños una oportunidad distinta, un descanso estival.

 Todo era nuevo para ella, pero en apenas dos meses fue capaz de aprender de manera fluida el castellano. «La vamos a echar mucho de menos, seguimos en contacto todas las semanas y no nos gustaría perder este vínculo con ella porque, a pesar de que solamente hemos estado con ella un año, estuvimos encantados», afirma Siro. Esta familia soriana, que ha tomado la decisión con resignación, espera tener la posibilidad de poder ayudar a Nayla para que en un futuro pueda venir a estudiar a España o participar en otros programas volcados con la causa saharaui. 

En Semana Santa, Siro tenía la intención de viajar al campamento saharaui de Bojador para conocer y visitar a la familia de Nayla, pero los planes se fueron al traste con el estallido de la crisis sanitaria. Ahora no sabe cuándo podrá ir, pero reconoce que «lo haré en cuanto pueda, aunque sea en bicicleta». 

Por su parte, el vicepresidente de la Asociación Soriana de Amigos del Pueblo Saharaui, Miguel Ángel Hidalgo, espera que esta suspensión sea solamente un paréntesis y que al próximo verano pueda retomarse el programa con normalidad. «Los niños tenían mucha ilusión, pero hay que aceptar lo que ha pasado y pensar que esta decisión es lo mejor para todo el mundo». 

De momento está todo en stand by, ya que hasta que no se resuelva esta situación no se sabe cómo y de qué manera se van a poder retomar estos proyectos. Además, se han visto afectadas otras iniciativas como el envío de bienes de primera necesidad (alimentos y medicinas), que podrá realizarse con la vuelta a la normalidad del espacio aéreo.