Dejar de fumar saldrá ¿gratis?

Nuria Zaragoza
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El pasado año se incluyeron 2.956 personas en el Servicio de Atención a la persona fumadora

La venta de tabaco crece ligeramente tras diez años de caída - Foto: Justin Lambert

La ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, anunció hace unos días que por primera vez se añadirá a la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud la vareniclina (cuyo nombre comercial es Champix), un medicamento para dejar de fumar. En Soria, el anuncio ha sido recibido con buenos ojos, pero con matices. 

El doctor José María Sierra, subdirector de Calidad y Seguridad del paciente de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria, pone en antecedentes y recuerda que en los dos últimos años se aprecia un «repunte en el número de fumadores», así como un «retroceso en la desnormalización del uso» de tabaco. Ante esta situación, indica, «los especialistas proponen reforzar medidas asistenciales tales como ampliar las unidades de tabaquismo, incrementar la formación de los sanitarios y financiar los fármacos para dejar de fumar». No obstante, matiza, existen también «algunas voces» que «cuestionan que sea pertinente subvencionar el tratamiento contra el tabaco, cuando realmente no suele suponer un esfuerzo económico adicional para el paciente, ya que por lo general desembolsan menos dinero del que gastaban en cajetillas». 

Actualmente, recuerda, existen tres tratamientos farmacológicos que «han demostrado científicamente que pueden ayudar a dejar de fumar y, combinados con una intervención de apoyo conductual, siempre necesaria, multiplican el éxito hasta por cuatro». Alude a «la terapia sustitutiva de nicotina (en sus diversas formas tales como parches, chicles, spray  o comprimidos),  el bupropión  y la vareniclina». Solo este último es el que se verá afectado por la medida anunciada por la ministra de Sanidad que, especifica Sierra, supone que «el Sistema Nacional de Salud incluirá la subvención de la vareniclina para la deshabituación tabáquica con fecha 1 de enero de 2020, mediante un protocolo de prescripción a través de los médicos de Atención Primaria y el desarrollo de un curso de formación online sobre intervenciones en tabaquismo».

subir el precio del tabaco. Sobre la medida adoptada por el Gobierno, recuerda que «el Grupo de Abordaje al Tabaquismo de la Sociedad de Medicina Familiar y Comunitaria, la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo y la Sociedad Española de Epidemiología han manifestado que un programa de financiación de fármacos para la cesación tabáquica debería incluir la financiación de los tres fármacos de primera línea que  han demostrado eficacia y seguridad, son de primera elección y resultan coste-efectivos, lo que permitiría elegir, en igualdad de condiciones, la medicación más adecuada para cada paciente, en función de sus características y preferencias». Y eso, «sin dejar de lado otras medidas como subir el precio de los cigarrillos, ya que hay estudios que indican que subir un 1% el precio supone una reducción del inicio al consumo entre los jóvenes del 10%», repara Sierra.

cómo dejar de fumar. La Cartera de Atención Primaria en Castilla y León desarrolla el Servicio de Atención a la persona fumadora. En 2018, en el Área de Soria, se incluyeron en este servicio 2.956 personas, indica Sierra, quien repara también en que «se cuenta además con la posibilidad de derivación a unidades del segundo nivel asistencial (servicio de Neumología u otros) de los pacientes motivados que fracasaron en intentos previos, especialmente si tienen patologías crónicas asociadas al tabaco, o valerse de otros recursos como la alianza con la Asociación Española contra el Cáncer».

Desde la AECC, su presidente en Soria,Fernando Ligero, califica la medida del Gobierno como «positiva», pero hace un apunte, los fármacos se utilizan exclusivamente en la curación, no en la prevención, y en «aquellos casos más complicados». Teniendo en cuenta este matiz, recuerda, desde la AECC se trabaja principalmente en prevención y, cuando se actúa en la curación, es desde el prisma de la terapia psicológica y no del tratamiento farmacológico, de modo que la medida adoptada por Sanidad no tendrá un efecto directo sobre su trabajo. No obstante, insiste, todo lo que ayude a reducir la dependencia del tabaco es «bueno». En cuanto a las justificaciones de los detractores que aluden al gasto que supondrá, Ligero hace una advertencia:«Es más lo que la administración se puede ahorrar en enfermedades que el gasto del medicamento». Pero, a mayores, añade, «no es solo economía, hablamos humanitariamente también».