Celadores, reconocimiento justo y merecido

Ana I. Pérez Marina
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Tanto la Gerencia Regional de Salud como los ministerios de Sanidad y Trabajo han aceptado que estos profesionales sean personal de riesgo en los procedimientos de actuación para los servicios de prevención frente a la exposición al SARS-CoV-2

Celadores, reconocimiento justo y merecido - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Son, casi siempre, las primeras personas de bata blanca a las que vemos cuando accedemos a un hospital o a un centro de salud. Más si lo hacemos a través de Urgencias. Quienes nos acompañan y orientan cuando tenemos que dirigirnos a una consulta o someternos a una prueba diagnóstica. Quienes nos llevan al quirófano. Los custodios de nuestras historias clínicas, nuestras analíticas... también de los recursos y materiales con los que nos curan los sanitarios. Sin embargo, a veces, los hacemos invisibles, aunque destaque el color rojo que les identifica como celadores en el bolsillo superior izquierdo de sus uniformes.

La COVID-19 ha puesto de manifiesto lo necesario que es todo el personal en un hospital, en un centro de salud o en una Unidad de Cuidados Intensivos. El Día de Soria, de una u otra forma, ha intentado reconocer el mérito de todos ellos: médicos, enfermeras, auxiliares, técnicos especialistas, personal de gestión, de limpieza, de mantenimiento... aunque, probablemente, haya sido desequilibrada la visibilidad de unos respecto a otros. Todos han sido, son y serán imprescindibles en el engranaje sanitario que nunca se detiene. Con o sin pandemia.

Desde finales de septiembre los celadores ya no son considerados personal de bajo riesgo en Castilla y León por los servicios de prevención en los protocolos frente a la COVID-19. Era una de las reivindicaciones del colectivo, por la que ha peleado el Sindicato Asambleario de Celadores y Personal de Gestión y Servicios (SAC), tal y como pone de relieve su coordinador en la región, Víctor Manuel Pérez, que significa el apoyo recibido en este sentido por el gerente regional de salud, Manuel Mitadiel. Así, se abrió la posibilidad de modificar el acceso a los EPIs (Equipos de Protección Individual) a través de las jefaturas de personal subalterno. «No es más que lo que necesita cualquier trabajador en contacto con COVID, que pasa a ser personal de riesgo. No es lo mismo estar en el almacén que en la UCI o en Urgencias», puntualiza. También depende de la localización de la infraestructura sanitaria: «En el centro de salud de Astorga (León), por ejemplo, en pleno Camino de Santiago, pasan muchísimos turistas, por lo que también se asume riesgo». Es evidente que no solo se trata de hospitales.

Celadores, reconocimiento justo y merecidoCeladores, reconocimiento justo y merecido - Foto: Eugenio Gutierrez MartinezEn cualquier caso, no parece que el acceso a los EPIs sea un problema para los celadores en Soria, a excepción de las primeras semanas de pandemia, cuando la escasez de este material protector se puso de manifiesto a todos los niveles. «Cuando empezó todo esto hubo un tiempo en el que no había EPIs. Entonces no entrábamos ni en planta. Nos hicieron batas de plástico en algunos pueblos, que las llevábamos en Urgencias. Hubo contagio entre celadores, pero podría haber sido muchísimo más porque llevábamos las mascarillas hasta diez días, las esterilizábamos, pero llegaba un momento que no servían. Al principio fue un caos, pero luego se ha hecho bien. No nos faltan ni EPIs, ni mascarillas, ni nada», resume una celadora que presta servicio en el hospital Santa Bárbara, pero que prefiere no dar su nombre.

La celadora considera que la plantilla de celadores está dimensionada a las necesidades de la sanidad soriana, más con la prórroga de los contratos que se ha realizado a quienes entraron como refuerzo en la emergencia sanitaria. 

Así las cosas, en el hospital Santa Bárbara trabajan 78 celadores y 19 en el Virgen del Mirón, mientras que en Atención Primaria son nueve celadores de área y 12 de equipo (Soria Norte, Soria Sur, Ágreda, Almazán, Arcos de Jalón, Berlanga de Duero, El Burgo de Osma, Ólvega, Pinares-Covaleda, San Esteban de Gormaz, San Leonardo y Soria Rural). En el plan de actuación ante la crisis sanitaria generada por la COVID-19, vigente hasta el 31 de marzo de 2021, se contemplan tres celadores para Atención Primaria y15 para Especializada, según la información de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria.

Una de las cuestiones en las que pone el acento esta celadora es en la conveniencia de delimitar los espacios para minimizar el traslado de pacientes. «Los movemos mucho por todo el hospital, por las plantas, por los ascensores, están todos a la vez para las PCR... y a partir de ahí es cuando se desvían a una u otra parte. El celador tiene que trabajar mucho más y existe riesgo de contaminación para todos. Sería ideal que las PCR las hicieran directamente y ya enviarlos a sus respectivas plantas, no movernos con los pacientes por todo el hospital. Es cierto que en Urgencias hay poco espacio y el laboratorio está hasta las once de la noche, por lo que el resultado de muchas pruebas no se sabe hasta el día siguiente», resume.

experiencia. Eduardo Peñuelas y Sonia Orden son celadores veteranos en Soria. El primero lleva dos décadas dedicado a este trabajo, primero en los archivos del Santa Bárbara, y desde hace 13 años como encargado en plantas. «Te recorres todo el hospital», asegura. En el caso de Sonia Orden, son 18 años como celadora, actualmente destinada en los ‘almacenes COVID’ donde se recibe todo el material para combatir la pandemia y para los que ha habido que habilitar espacios en despachos y salas porque no había sitio para todo lo que se necesitaba en esta situación extraordinaria.

«Al principio fue un caos, pero ahora, a mi parecer, se está haciendo bien. Todo está más claro, sabes cuáles son los circuitos ‘sucios-limpios’ y  cae por su peso: si tienes que actuar en un posible COVID, lo haces protegido; si no lo estás, no actúas», asegura Eduardo Peñuelas.

Este celador hace hincapié en que se les haya reconocido como personal de riesgo en los protocolos COVID y considera que es fundamental que todo el equipo, sanitarios y no sanitarios, esté preparado en estas circunstancias y con la protección adecuada. «La gente tiene que concienciarse de que en el hospital se trabaja en equipo. Tiene que ser todos a una o esto se cae», defiende.

Dice el refrán que no hay mal que por bien no venga y la situación de extrema gravedad a todos los niveles vivida en los centros sanitarios ha servido, como es el caso de los celadores, para el reconocimiento del trabajo y el esfuerzo que realizan sus plantillas. Sin excepción. 

«Claro que esto ha ayudado a ponernos en nuestro sitio», admite Eduardo Peñuelas preguntado al respecto. «Cada uno tiene que hacer por lo que se le paga, pero todos somos importantes y aportamos por lo que supone nuestro trabajo». Está convencido de que la pandemia del coronavirus ha ayudado a «pensar un poco más en los demás» y, como no, a «valorar más las cosas».

desde siempre. En opinión de Sonia Orden, en el hospital Santa Bárbara «desde siempre» se ha dado el lugar que corresponde a los celadores. «Se oyen noticias de que no estamos reconocidos, pero aquí siempre cuentan contigo, estás ahí, yo no he sentido lo contrario», sostiene.

Sonia Orden pone de relieve el profundo cambio que ha supuesto la COVID-19 en la forma de trabajar y en lo difícil que está siendo esta etapa. «Existe mucho cansancio en general» después de más de ocho meses y por este motivo valora que se hayan prorrogado los contratos a los celadores en el marco del Plan de Actuación ante la emergencia sanitaria. 

En este sentido, la celadora apela a la «concienciación» de la ciudadanía en general, porque es «un problema muy gordo el que tenemos», por lo que confía en que, con la responsabilidad de todos, no se regresa a la situación de «estrés y tensión» vivida en los primeros meses de pandemia.

por hacer. No solo la Comunidad  de Castilla y León dio un paso al frente en el reconocimiento a los celadores como personal de riesgo en los procedimientos de actuación para los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2, ya que el pasado 7 de octubre lo hicieron, igualmente, los ministerios de Sanidad y de Trabajo y Economía Social. El Sindicato de Celadores y Personal de Gestión y Servicios se felicitó por esta decisión, abunda su representante en Castilla y León, Víctor Manuel Pérez, también fundador de la plataforma ‘Reconocimiento para el celador,  Ya’, que subraya en que quedan unas cuantas batallas por librar. Una de ellas es que en hospitales como el de Soria, los celadores formen parte del equipo estable de quirófanos. «En Soria se trabaja en función de las necesidades del momento y en la mayoría de los hospitales de la Comunidad el celador está integrado en el equipo de quirófano», advierte.