El alcalde de Arcos de Jalón, Jesús Ángel Peregrina, reflexiona sobre la zona sur de la provincia y sus posibilidades, como la ubicación y los atractivos naturales. Resucitar, de alguna manera, el ferrocarril sería un gran impulso para la zona. 

Comenzamos por las cuentas, ¿con qué presupuesto se contará en 2021? ¿Qué proyectos destaca?

El presupuesto irá a pleno el 18 de marzo y asciende a 1,7 millones de euros, algo inferior al del año pasado porque bajan los ingresos y antes se contabilizaban partidas que no se contemplan por ahora, como comidas populares, entradas de toros y entradas de piscinas, que abriremos si todo va bien. Además, destinamos 9.000 euros a la bonificación del IBI del 95% de locales de sectores afectados por la crisis, sobre todo hostelería y turismo. Hay una veintena de solicitudes y se resolverán en este pleno también. Si hay que hacer alguna modificación se hará en función de la situación, pero no se han presupuestado festejos y hay partidas abiertas muy bajitas. Del total, 400.000 se destinarán a inversiones y el capítulo de personal es muy alto, unos 600.000 euros, porque también igual que ayudamos a los sectores más afectados también lo hacemos con las personas. Intentamos hacer planes de empleo que a la vez son planes sociales.  

Lo que hay presupuestado es redes y pavimentación en barrios; reforma en el depósito de agua y la depuradora; terminar la climatización en el Espacio Cultural, que va por Planes Provinciales de Diputación; con una ayuda de la Junta de Castilla y León mejorar la eficiencia energética del Ayuntamiento, ya que vamos a cambiar todas las ventanas que son de aluminio y sin rotura de puente térmico; y dentro del Fondo de Recuperación de la Junta también vamos a techar una de las pistas de pádel.  

¿Está habiendo incidencia en esta tercera ola de la pandemia? ¿Cuáles han sido los peores momentos?

Afortunadamente con muy poquita incidencia, casi nula, porque llevamos como dos meses sin ningún positivo [hubo uno el pasado fin de semana pero por tarjeta sanitaria de la zona básica de salud, no residía allí]. Sin embargo, ahora en la zona próxima de Aragón, en Ariza, Cetina y Alhama de Aragón, la tercera ola les ha afectado mucho.En Cetina, que no llega a 500 habitantes, creo que ha habido 100 positivos. Afortunadamente no nos ha llegado y eso que estamos a 20 kilómetros, aunque con el cierre perimetral solo hay movilidad laboral. La peor aquí fue la segunda ola porque entró en la residencia y fueron los momentos más duros, en la primera hubo algún caso aislado, pero enseguida se controló. 

¿Hay diferencias a nivel asistencial con esa zona de Aragón?

Entiendo que son servicios médicos similares.Al final, es una zona que está un poco como la nuestra, padeciendo la despoblación. Allí tienen más a mano el hospital de Calatayud pero también en esta zona tenemos convenios con Aragón para poder usarlo en casos de urgencia. 

En Arcos de Jalón las familias siguen reivindicando que haya pediatra más de un día a la semana...

Ahí estamos. El problema de las zonas rurales es que, aparte de la falta de profesionales, en las zonas rurales hay más dificultades para encontrar gente que quiera venir a prestar servicios. Es un tema que con la reforma que se quiere hacer en Sanidad se intentará solventar. 

¿Está la zona sur más olvidada que el resto de la provincia? Se dice que Soria es a Castilla y León lo que esta zona a la provincia soriana...

Sí, se puede decir eso... Somos una zona alejada en la que, además, hay mucha relación con esta zona de Aragón, sobre todo Arcos, Santa María de Huerta y Monteagudo, que tiramos mucho de Calatayud porque lo tenemos muy a mano. Siempre Soria nos ha tenido entre comillas y por decirlo de alguna manera ‘abandonados’, pero más en el sentido de olvido que de abandono. Insisto en esa relación con Aragón en temas comerciales, sanitarios a nivel de dentistas o de oftalmólogos... nos es más cómodo ir a Calatayud que a Soria. Es por ambas partes ese olvido, pero que tampoco es tal, aunque la conexión de esta zona sur con la capital sí es más extraña.

¿Se ha pensado alguna vez impulsar una asociación entre localidades de la zona sur que comparten la misma situación e intereses?

En el corredor de la A-2 de Medinaceli, Arcos, Santa María de Huerta, Monteagudo y Almaluez en su día si se planteó hacer una mancomunidad pero al final es un poco que cada uno miramos por lo nuestro, pero yo entiendo que el corredor es todo uno, porque todo lo que es bueno para un municipio lo es para todos los demás porque estamos todos en 20 kilómetros de esta autovía. Yo mismo trabajo en la zona de Medinaceli y hay gente de allí que se mueve a Arcos... 

Es la misma zona, aunque Arcos es un poco el centro por ser la localidad más grande y prestadora de servicios en cuanto a centro de salud, instituto, comercio... Al final, interrelacionamos todos.

¿Cómo se avanza en la línea de búsqueda de iniciativas empresariales?

No paramos de buscar oportunidades que puedan surgir, pero es un momento bastante complicado porque la gente con la pandemia y lo que deriva de crisis económica y social no está por la labor de invertir. La ubicación de toda esta zona es un punto fuerte. Y ahora con la pandemia hay gente que ya lo ha descubierto, que se puede vivir perfectamente y hacer el día a día porque se está a hora y cuarto de Madrid o Zaragoza y es la facilidad que se genera. Con Hiberus [firma que busca retornar perfiles tecnológicos] estuvimos hablando de abrir aquí en la zona, pero es más complicado por la falta de población. No se pudo hacer nada en Arcos pero por lo menos se ha conseguido para la capital, aunque aquí seguimos trabajando en ello. Los contactos personales que tenemos cada uno hay que ponerlos en valor e intentar trabajarlos para que salgan cosas como esta. 

También se trabaja en el proyecto ‘Biblioteca para emprender’ en el Centro Cívico, ¿cómo se avanza?

En los últimos días ha habido reuniones telemáticas con los responsables, porque es un estudio iberoamericano. La gente se ilusiona en poner en común los puntos fuertes que podamos tener porque es una posibilidad de emprendimiento. Se está trabajando y hay muchos apuntados que, aunque la mayoría no emprendan, pueden aportar ideas para que alguien pueda tenerlas en cuenta. Está muy bien porque también ha generado que la gente del pueblo interactúe. Hago un balance muy positivo. 

También se ha iniciado un proceso de digitalización de empresas, ¿en qué consiste?

Vamos por varias vías, por un lado para presentar proyectos para los fondos de nueva generación presentamos un plan de conectividad para todo el municipio y  por otro estamos viendo la necesidad que hay de todo esto. Todavía no terminan la instalación de fibra porque dicen que falta un 10% y hay problemas de infraestructuras entre unos y otros. Al final está bloqueada la finalización del despliegue de la fibra. Por otro lado, el Ayuntamiento ha buscado por su cuenta la posibilidad de dotar en la medida de lo posible -a veces 3G ó 4G- y estamos poniendo cobertura de móviles y datos repetidores de tipo espejo que captan la señal y la meten al pueblo. El año pasado hicimos Somaén con más de 7.000 euros, que entra perfecto con 3G y en momentos con 4G, con lo que se puede trabajar. Ahora vamos a hacer Velilla de Medinaceli, con 10.000 euros y algo más complicado para que entre 4G, ySagides, con 9.000 euros y donde sí llegará el 4G. Aunque sea pueblos donde reside poca gente pero, por lo menos, dar la oportunidad de que tengan esa conectividad. 

Es un esfuerzo que hace el Ayuntamiento porque desde el Ministerio, la Junta de Castilla y León y la Diputación se está con planes de despliegue pero no podemos esperar a que llegue. Cuando llegue que lo pongan mejor montado de como lo hacemos ahora, pero hacemos inversiones para salir al paso para que la gente que reside allí o venga de fin de semana tenga esa posibilidad, incluso alguien que pueda animarse a teletrabajar en estos pueblos.

Se está instalando gente en Arcos, aunque se han perdido 400 habitantes en los últimos años...

Sí, la fecha más alta de población empadronada en Arcos se registró en 2011, con unos 1.900, por el impacto de la presencia de Horta cuando funcionaba en el pueblo. A partir de ahí, cuando dejó de tener actividad y vinieron los años duros de la crisis la gente marchó, sobre todos los inmigrantes que habían venido de Sudamérica. Tuvimos un bajón. Pero desde pandemia se han empadronado más de cien personas y el saldo es de más de 60 personas de saldo positivo hace un par de meses.

¿Al alcalde le gustaría que el ferrocarril fuera un motor de desarrollo como lo fue hace años, tanto en transporte de mercancías como de viajeros?

Sí me gustaría, en viajeros importantísimo pero si cobrase potencia en mercancías se podría intentar desarrollar algún plan industrial a modo de puerto seco, que requeriría bastante inversión de infraestructuras para acondicionar algún carril o una zona para desarrollar. Nada es descartable y hay que trabajar en todos los frentes. Ese es uno de los temas en los que vamos a intentar apostar, viendo la viabilidad y los terrenos que puede haber, porque eso requiere grandes superficies que puede ser lo más problemático debido a la orografía. En cualquier caso, con el apoyo de empresas y el Estado, se podría intentar buscar alguna salida para el tráfico de mercancías en plan puerto seco.

Hay que recordar que la zona de Arcos también tiene mucho que ofrecer en cuanto a naturaleza y medio ambiente, porque siempre se tira a otras zonas. ¿Es la gran desconocida y podría venderse mejor su potencial turístico?

Sí, la zona de Arcos es la gran desconocida porque tiene muchísima naturaleza y fauna, el otro día vi una garza al lado del río, hay castores haciendo presas, está la alondra y en Somaén muchos buitres... En parajes hay que hablar de la Laguna de Judes y todo el extenso sabinar que empieza en Judes, Iruecha, Chaorna... y se extiende hacia Molina de Aragón y la sierra del Solorio, lo que genera unos paisajes impresionantes para poderlos transitar. De hecho, desde el Ayuntamiento ya se han hecho rutas de BTTy senderismo por estas zonas porque al tener tanta extensión el municipio tiene mucha diversidad de naturaleza, con zonas más secas y agrestes en la margen izquierda de Jalón y zona más verde en la derecha. Estamos apostando por poner en valor todo ese patrimonio natural. 

Hoy en día, con el tema de la movilidad, hay que apostar por el turismo de interior, tanto el Ayuntamiento como emprendedores, porque se han abierto casas rurales en Iruecha, Utrilla... y están las de Somaén. Se van generando ofertas de turismo rural que es algo muy importante. Somaén es la joya, porque es un entorno muy bonito, aparte de las edificaciones y las calles, está metido entre riscos y se pueden contemplar los buitres en la zona. A la vez genera mucha tranquilidad pasear por sus calles. 

También hemos hecho una ruta de senderismo hacia la chorronera de Velilla de dos kilómetros, se han mejorado accesos y se ha hecho una pasarela en el río. Otro atractivo más.