El Ayuntamiento de Monteagudo de las Vicarías avanza para ultimar los presupuestos de 2022 que, previsiblemente, se aprobarán en febrero y rondarán los 300.000 euros. El alcalde del municipio rayano, Carlos González, adelanta que dos obras serán las prioridades en esta anualidad. Por una parte, la adecuación de las piscinas municipales, construidas hace más de 25 años, y que requieren una intervención integral tanto en el vaso, como en los desagües y en el perímetro de la instalación. «Hemos pedido a los Planes Provinciales de la Diputación 50.000 euros. Apenas se han hecho obras en las piscinas y urge su adecuación. Si no atajamos las deficiencias, irán a más y las obras serán de mayor envergadura», advierte el regidor.
Por otra parte, el Consistorio tiene pendiente desde hace un año arreglar los desperfectos ocasionados por el temporal Filomena, en concreto, los estragos que produce el esparcimiento de sal. En este caso, el pavimiento de la terraza del bar del pueblo quedó muy dañado, por lo que la intención del Ayuntamiento es renovar el hormigón de este aspacio, además de dotarlo de alcorques y nueva iluminación para «sacar el máximo partido» en los meses de verano a este recurso anexo al establecimiento hostelero. «Calculo que costará unos 15.000 euros».
Y, como no puede ser de otra forma, las intervenciones en el castillo-palacio continuarán a lo largo de este año para consolidar el uso cultural que se ha otorgado a este histórico inmueble. En este caso, se terminará de pintar y colocar el suelo de las dos salas que quedan por adecentar, para ampliar de esta forma el espacio expositivo y también para encuentros y reuniones. En este sentido, el alcalde recuerda que se puede visitar la muestra sobre la Agenda 2030 de la Asociación Armazón, entidad que trabaja en la programación de este año que también tendrá parada en Monteagudo de las Vicarías.
Sobre el castillo de Altamira, Carlos González recuerda que en diciembre se cerró la compra, por 35.000 euros, de la parte que todavía era propiedad privada, por lo que el emblemático inmueble, uno de los símbolos del municipio que forma parte de la red de Pueblos más Bonitos de España, es «100% municipal».
Esta fortificación ha recibido en los últimos años inversiones públicas por más de un millón de euros, procedentes de fondos europeos y también de la Junta de Castilla y León, para su consolidación.
«Vamos a tratar de promover más inversiones, no solo las obras de los planes provinciales, ahora que tenemos más difusión», resalta Carlos González en referencia a lo que ha supuesto convertirse en uno de los Pueblos más Bonitos de España.
nuevo establecimiento. Así las cosas, el primer edil alude a la inversión privada que se está movilizando en el pueblo con la próxima puesta en marcha de una pastelería que, a su juicio, contribuirá «a dar un impulso a la calidad turística» de la localidad. «Se trata de la iniciativa de un vecino del pueblo que, durante años, desarrolló su actividad como empresario de la automoción en Zaragoza y ha vuelto para quedarse. En el nuevo establacimietno, que estará en marzo, trabajará gente de aquí. Esto ayuda a estabilizar la población», argumenta el alcalde.