Lo que inspira una imagen

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'Historias mínimas', con el fotógrafo José Antonio Díaz y la escritora Susana Gómez Redondo, aúna talento soriano y «desautomatiza» y arroja una mirada extraña de las cosas más cotidianas. El primer fin de semana de cada mes con El Día de Soria

Lo que inspira una imagen

Historias  mínimas, la nueva sección de El Día de Soria, es el resultado de cuando el fotógrafo soriano  José Antonio Díaz propone una imagen a la autora y profesora universitaria Susana Gómez Redondo para que escriba un texto. Puede decirse que es un «reinicio» de estas historias, que surgieron en desdeSoria hace unos años. Pero esta vez en un periódico y con el papel como soporte, lo que le hace especial ilusión a un fotógrafo que se considera «amante del papel».

La idea original de Historias mínimas fue dar la vuelta al planteamiento de que siempre es la fotografía o la ilustración lo que va después del texto. Es decir, querían «hacerlo justo al revés», que José Antonio hiciera la imagen y después Susana el texto. Hay una especie de juego entre los dos, incluso de provocación, por los temas que uno le puede proponer al otro. Aunque José Antonio le deje la puerta abierta, hasta ahora Susana nunca ha dicho que no a las propuestas del fotógrafo porque «así no tiene gracia». Y cuando le envía la imagen incluye una frase de humor que a veces es la que da pie a comenzar un texto.

Él hace fotos expresamente para Historias mínimas, pero la decisión de la imagen que le envía a ella tiene un «porqué», porque sabe lo que le puede gustar o le puede disgustar mucho. A Díaz le parece curioso que Susana «nunca haya renunciado a una foto y haya tenido que enviarle otra. Por supuesto que nunca hemos discutido y ella siempre ha apechugado con las fotos que le he enviado. Esto es lo que hay, búscate la vida, suda, sufre...». Han trabajado juntos durante muchos años. Son amigos, cómplices, comparten el mismo humor... y la mezcla de su arte -soriano por ambas partes, además- da lugar a esta interesante sección. No hay una temática particular, las fotos pueden estar hechas en Soria o en Singapour y cuando José Antonio las hace piensa «en lo que puede servir para la sección, en los gustos y en las formas que tiene Susana». 

proceso creativo. Para Susana, la sección trata de «arrojar una mirada diferente con cierto extrañamiento a las cosas más cotidianas que nos rodean, porque estamos acostumbrados a verlas y no nos llaman la atención, las automatizamos». Y José Antonio, que alaba el talento de su compañera de ‘historias’, reconoce que lo pasan muy bien a pesar de que no haya apenas contacto, simplemente el envío de una imagen y una línea con una referencia en clave de humor. «A veces le puede provocar el título o no, pero siempre hay una referencia, de humor, porque es como nos entendemos», explica. El objetivo final es poder hacer una publicación con cada historia, pero reconoce que no tienen prisa ni son «ambiciosos». Sin más presentaciones, en la página siguiente la posibilidad de atrapar el ingenio que demuestra José Antonio al otro lado de la cámara y Susana al otro lado del teclado en una sintonía que mantendrá al lector atento para descubrir las Historias mínimas que propongan.