Una familia atrapada por el agua

Ical
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Los vecinos de Las Navas del Marqués (Ávila) intentan olvidar los momentos de angustia vividos durante la tormenta

Una familia atrapada por el agua - Foto: David Castro

Los vecinos de Las Navas del Marqués (Ávila) se afanaron hoy en dejar atrás el rastro de la tormenta de sus casas. Pero antes de conseguirlo van a ser necesarias bastantes horas de limpieza y mucho olvido de los momentos de intensa angustia que llegaron a vivir en la tarde de ayer.

Algunos residentes de esta localidad vieron cómo en cuestión de segundos las plantas bajas de sus casas se llenaban de agua y tenían que huir hacia la parte superior. Otro sufrió la angustia de verse arrastrado en un coche y ser parado, casi milagrosamente, por una valla. En otros casos se vieron obligados a luchar contra el agua que llenaba sus garajes y sótanos.

Si hubiera que elegir una ‘zona cero’ de los daños de la tormenta, ésta estaría, sin duda, el Barrio de la Estación y la Colonia Botella, donde el agua subió de forma imparable y donde hubo que rescatar a varios vecinos.

Las personas afectadas tienen nombres y apellidos. Dos de ellos son Francisco Antequera y Carmen San Martín, que precisamente cuentan su experiencia desde una de las casas más afectadas de la colonia, la llamada El Torreón. Allí el agua llegó hasta el primer piso. Se trata de una vivienda familiar donde nunca habían vivido algo así. Con lágrimas en los ojos, reconocen que en “cuestión de segundos” todo se llenó de agua. Ahí estaba la abuela, de 86 años, dos niñas de uno y tres, una embarazada y una persona con problemas cardíacos. Todos tuvieron que subir al piso de arriba y pedir ayuda desde el balcón.

Además del barro, lo que queda también detrás de la riada es agradecimiento a los medios, al alcalde, así como la triste visión de todos sus muebles destrozados. Perdieron incluso la documentación en sus prisas por subir. Y lo que quizá sea peor, perdieron muchos de los recuerdos de toda una vida.

También en el lugar se encontraba Juan Moreno, que quedó atrapado y fue arrastrado en su coche. Según cuenta, cuando se disponía a aparcar le pilló la avalancha y no pudo salir. “Me quedé allí y el coche se enganchó en la valla de la pista de tenis, lo que evitó que fuera arrastrado”. Allí estuvo más de una hora hasta que pudo ser rescatado. Ahora en su mente queda la sensación de que si no fuera por la valla hubiera sido arrastrado por la corriente.

Otros vecinos como Gonzalo Fernández, desde el Barrio de la Estación, explicá como el agua se llevó su jardín. Pero los daños también se sufrieron en el pueblo, especialmente en la zona del matadero. Allí, esta mañana se continuaba limpiando, como explicaba María Jesús Rosado. En su vivienda el agua alcanzó los 15 centímetros y con ella el barro y la suciedad. No obstante, la mayor preocupación era la presencia de su madre recién operada de la cadera.

A pocos metros, Azucena Barbero y otros vecinos se afanaban en achicar agua desde la zona de trasteros de su edificio, también gracias a una bomba que les habían dejado pero con cubos y recogedores en la mano. La principal consecuencia es que han perdido todo lo que tenían en los trasteros, algunos utilizados como despensas. Y mientras, cerca de allí otro vecino recogía barro de su casa.