Al menos 38 muertos en dos ataques insurgentes en Afganistán

EFE
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El Gobierno reporta un atentado suicida durante un funeral al este del país y un asalto contra un hospital de maternidad en Kabul

Al menos cinco muertos en un ataque insurgente en Kabul - Foto: JAWAD JALALI

Al menos 29 personas han muerto este martes en dos atentados realizados en Afganistán. Uno de ellos, en el que han muerto al menos 24 personas ha ocurrido en  la provincia de Nangarhar, en el este del país, por la explosión de una bomba durante la celebración del funeral de un comandante de la Policía afgana.

Al menos 24 personas murieron y otras 67 resultaron heridas en un ataque suicida este martes durante un funeral de un comandante de Policía en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, según la última cifra de víctimas, un suceso que ocurre el mismo día de un asalto a un hospital en Kabul, en el que perdieron la vida otras 14 personas, entre ellas dos recién nacidos.

"Como resultado del ataque suicida, 24 participantes en el funeral han muerto y otros 67 han resultado heridos", indicó la oficina del gobernador provincial en un comunicado, donde añadió que una parte de los heridos se encuentran "en estado crítico".

El atentado ocurrió hacia las 11,00 hora local en el distrito de Kuz-Kunar mientras tenía lugar el cortejo fúnebre de Shaikh Akram, un dirigente policial fallecido el día anterior de un infarto, explicó el portavoz del gobernador de Nangarhar, Attaullah Khogyanai.

Una de las víctimas mortales es un miembro del consejo provincial, mientras que un parlamentario de la Wolesi Jirga, como se conoce la Cámara Baja, también resultó herido.

Los talibanes negaron estar detrás del ataque suicida.

"El ataque a una ceremonia funeraria en Nangarhar no tiene nada que ver con los combatiente del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes). El emirato condena este ataque", expresó uno de los portavoces insurgentes, Zabihullah Mujahid, en Twitter.

El suceso ocurrió el mismo día en el que se produjo un ataque a un hospital de atención materna en Kabul que apoya la ONG internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) en el que murieron al menos catorce civiles -entre ellos dos recién nacidos- y otros 15 resultaron heridos.

 

Ataque a un hospital de maternidad

El atentado con bomba de Nangarhar llega el mismo día en que varios hombres armados han lanzado un ataque contra un hospital del oeste de Kabul apoyado por la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF), acabando con la vida de al menos 14 civiles, entre ellos dos recién nacidos, y otros 15 resultaron heridos.

El ataque -aún sin reivindicar- al hospital, que está situado en el distrito de Dasht-e-Barchi, en el oeste de Kabul, comenzó esta mañana con una explosión seguida de un tiroteo, informó la portavoz adjunta del Ministerio del Interior, Marwa Amini.

Casi cinco horas después, a las 14,30 horas (10.00 GMT), el ataque finalizó con la muerte de los tres atacantes tras la intervención de las fuerzas especiales, anunció por su parte en un comunicado el portavoz del Ministerio de Interior, Tariq Arian.

El portavoz indicó que 14 civiles murieron, "incluidos dos recién nacidos, madres de recién nacidos y matronas, a los que dispararon", y otros 15, incluidos niños, resultaron heridos.

"Este es un crimen contra la humanidad y todas las leyes y principios, este es un crimen de guerra", subrayó Arian.

Un centenar de personas, incluidos tres extranjeros, fueron rescatados por las fuerzas de seguridad del hospital, concluyó el portavoz.

Las imágenes llegadas desde el lugar mostraron a numerosos miembros de las fuerzas de seguridad afganas llevando en brazos a recién nacidos.

Médicos Sin Fronteras confirmó que apoyan este centro médico, aunque evitaron dar más detalles.

Los talibanes se distanciaron pronto de la autoría del atentado, al asegurar en un mensaje en Twitter que el ataque "no tiene relación con los combatientes del Emirato Islámico (como se autodenominan)".

Este tipo de acciones suelen ser reivindicadas por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), al tratarse de una zona habitada principalmente por miembros de la minoría chií hazara, uno de sus principales objetivos.

Además, este atentado se produce un día después de que la principal agencia de inteligencia afgana anunciara la detención del líder del EI para el Sur y el Este de Asia, Ziaulhaq, en una operación especial desarrollada en el país asiático. Semanas antes, había sido detenido también el líder del EI para Afganistán, Abdullah Orakzai.