Fieles a la hora de la siesta, Numancia y Cultural Leonesa saltaban al terreno de juego de Los Pajaritos con poco que ofrecer en ataque y centrados en no conceder. Para ese objetivo, Álex Huerta había decidido colocar a Lillo de lateral izquierdo y adelantar a Aguirre. Andrés sustituía a Ronald en el centro del campo.

Pasaban los primeros 20 minutos y no había mucho que destacar. Los rojillos tenían la pelota pero no lograban pasar de los tres cuartos de campo. El equipo leonés buscaba aprovechar errores y en uno de ellos Kawaya realizaba el primer disparo del encuentro pero se marchaba fuera.

Intentaban los locales ser más directos y aprovechar las pugnas de Asier Benito con los centrales pero no conseguían llegar al área rival. Dioni daba un nuevo aviso a la media hora pero el tiro cruzado del atacante se marchaba fuera. 

Se animaban los últimos minutos y Asier Benito realizó el único tiro local con un intento de chilena que se marchaba fuera. 

El susto para los locales llegaba en el último minuto cuando Héctor cabeceaba libre de marca en el área pequeña pero Ximo Miralles estaba rápido de reflejos para desviar con su rodilla.

Terminaba así una primera parte sin mucho que contar y que daba a entender que ninguno de los dos equipos quería cometer errores en la zona defensiva.

Sin ideas. Se cumplían 10 minutos de la segunda parte cuando Gabarre, José Fran y Roberto Corral, sustituían a Asier Benito, Aguirre y Lillo. Buscaba Álex Huerta un punto de inflexión que nunca se produjo 

Aunque los rojillos se aproximaban más al área visitante, solo Borja tuvo algo parecido a un par de ocasiones a balón parado, aunque bien es cierto que la Cultural Leonesa no inquietaba a Ximo Miralles.

Pasaban los minutos y cuando todo iba destinado al 0-0, un balón filtrado lo aprovechaba Toni Abad para recortar dentro del área y definir con fuerza al palo corto para abrir el marcador a nueve minutos del final.

Fue un golpe demasiado duro para el Numancia. Dos minutos después y de cabeza, Héctor Rodas, sentenciaba al Numancia. Los de Álex Huerta no tuvieron respuesta más allá de un disparo lejano de Manzanara, el primero del equipo entre los tres palos, a cinco minutos del final.

El Numancia cae y solo las matemáticas acompañan a lo que cada vez parece un imposible, acabar entre los tres mejores. A seis puntos de la tercera plaza con dos partidos por jugar, al menos los números dan algo de esperanza.