Las obras de la A-11 han impulsado la economía de la zona

Blanca Lafuente
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El amplio tránsito de operarios y personal relacionado con las obras ha revitalizado especialmente la hostelería y los alquileres en zonas como El Burgo de Osma. En La Venta Nueva trabajan tres personas más que antes de las obras

Las obras de la A-11 han impulsado la economía de la zona

Poco más de 8 kilómetros de la A-11 verán la luz la próxima semana, el tramo Santiuste - El Burgo de Osma se abrirá en un pequeño paso más hacia la vertebración del norte de España. Hasta entonces, obras, y con ellas numerosos operarios que, al menos, a falta de todas las ventajas que supondría ver terminada la Autovía, ayudan a revitalizar económicamente la zona.

La Venta Nueva es uno de los parajes que más ha percibido este volumen de trabajo. Operarios y demás personal relacionado con las obras comen, pasan la noche y disfrutan de sus torreznos. Ahora cuentan con tres trabajadores más que antes de las obras, pero a pesar de este beneficio, su gerente, Pedro González, prefiere que terminen ya y se vea completada esta infraestructura clave para el futuro de Soria. Es cierto que cuando la autovía se abra, el tráfico dejará de pasar directamente por su puerta, pero también está convencido de que el tráfico de turismo y comercio se verá multiplicado y mantendrán su volumen de trabajo con el perfil de cliente que ya les visitaba antes de las obras.

En El Burgo de Osma también se siente esta afluencia relacionada con las obras. Desde Virrey Palafox, Armando García agradece el movimiento que hay entre semana, ya que permite lograr ese impulso que de otro modo resultaba más complicado de conseguir en invierno. Pero quiere ver la autovía terminada. "Vamos 20 años tarde", lamenta. 

Precisamente, El Burgo de Osma ha experimentado en sus carnes los vaivenes de la construcción de esta autovía. Javier Gómez, quien fue alcalde de la villa episcopal cuando todo se estaba gestando, recuerda que luchó contra la variante porque sentía que iba a perjudicar a los negocios locales. La carretera nacional cruzaba la localidad y había un gran movimiento de tráfico, pero era un tramo muy estrecho, los accidentes eran constantes, según recuerda Tomás García, un vecino que además colaboró en la construcción de la variante. Ahora ambos son conscientes de las ventajas e inconvenientes de la desaparición de la carretera nacional. Admiten que este descenso del tráfico ha repercutido negativamente, pero la A-11 es el camino hacia el futuro y también quieren verla terminada cuanto antes. Gómez asegura que pese a que sea necesario desviarse para visitar El Burgo, la localidad ha sabido reinventarse y continuar avanzando.