Jaime Ribas, que confirmaba su salida a El Día de Soria, ha estado vinculado a Norma en dos etapas, la primera previa al cierre de la compañía hasta el años 2010 y la segunda, desde 2014, coincidiendo con la reapertura de la fábrica y con la entrada en el accionariado de la empresa pinariega de Diputación provincial para evitar el desmantelamiento definitivo de la factoría y liderar el reinicio de la actividad. Caja Rural de Soria y Soria Futuro acompañarían a la institución provincial. Diputación Provincial aportó 2,7 millones de euros, el grupo Bato,  dos. Mientras, Caja Rural de Soria y Soria Futuro, 600.000 y 500.000 euros. El Ayuntamiento pinariego puso los terrenos donde se ubica la fábrica en San Leonardo de Yagüe, de titularidad municipal y valorados en 200.000 euros.

La llegada de Lacus Group a finales de 2016 ha acelerado la salida de Ribas que ha ayudado en este tiempo, según sus propias palabras, a "encauzar la compañía, conservando clientes y consiguiendo otros nuevos". Ribas, merced al acuerdo alcanzado con los actuales accionistas, estará alejado del sector de la fabricación de puertas al menos los dos próximos años.

El desembarcó de Lacus, de los hermanos Tarragó, permitió en un momento clave para la empresa refinanciar la deuda a corto plazo de Norma e inyectó recursos mediante una ampliación de capital, con un desembolso total de 9 millones de euros. Tampoco tardaron en invertir 6,2 millones para la compra de las instalaciones. El proceso de fusión con Uniarte, de Toledo, y el despido de una treintena de trabajadores de Norma así como las dudas planteadas desde Diputación, a través de su presidente Luis Rey, han añadido nueva dosis de incertidumbre en torno al futuro de una compañía vital para la comarca de Pinares.