Muy atrás queda ya aquella niña que daba patadas al balón en la casa de sus abuelos de Covaleda, que cogía la pelota y se marchaba a golpearla a la plaza Mayor o al frontón de la localidad. Lucía Rodríguez, con 20 años, es ya una jugadora consolidada en la Liga Iberdrola. Con su fichaje este verano por la Real Sociedad ha pasado a formar parte de unos de los clubes históricos del fútbol español, «estoy muy agradecida por la oportunidad que me brindó el club», cuenta la jugadora, «cuando llegué aquí no sabía si iba a jugar, era un reto para mí, pero desde el principio he podido tener muchos minutos y también siento la confianza de mi entrenador», que no es otro que Gonzalo Arconada, «estoy aprendiendo mucho de él, me da todas las oportunidades posibles y su forma de ver el fútbol», controlando cada detalle,«hace que yo también crezca cada día como futbolista». 

Con la temporada a medias ya ha jugado 20 partidos en liga, todos los posibles, y ha vivido momentos más difíciles como la final perdida en la Supercopa contra el Barcelona por 10 a 1, «el fútbol es esto, ganar o perder». Mucha madurez en apenas cinco años en el fútbol de élite,«comencé en Segunda División en Madrid y ya entonces empezaba a notar una profesionalidad que ahora ha crecido mucho». Sus etapas en las categorías inferiores de la selección española le otorgaron esa visión, «allí ya veía a jugadoras de gran nivel y comenzaba a darme cuenta de lo que significa estar en el fútbol profesional», de donde ahora forma parte Lucía Rodríguez.

real sociedad. Lucía Rodríguez llegaba a la Real Sociedad con el conjunto donostiarra en su mejor momento, «el hecho de que ganaran la Copa de la Reina hizo que el club invirtiera más en la sección y era un paso muy importante en mi carrera». La jugadora reconoce que «aquí me siento mucho más futbolista».

El cambio con el Madrid CFF es grande, «venir aquí me ha hecho más profesional», reconoce, «en Madrid entrenaba a última hora de la tarde y el resto del día tenía más tiempo para hacer otras cosas». No era solo respirar fútbol, algo que en San Sebastián ha cambiado. «Aquí estoy mucho más centrada a nivel deportivo, invierto más tiempo en este trabajo, ese es el mayor salto que he dado».

Se ha hecho dueña del lateral derecho. Su velocidad y rapidez es su mejor virtud, «aquí puedo ser más protagonista con el balón porque tengo que reconocer que me encanta atacar». Su arma más letal es también su cuenta pendiente, «me piden que de un pasito más con balón, que ayude al equipo en ese aspecto». Defensivamente «competimos con grandes clubes y por eso me exigen más». Se trata de seguir «mejorando prácticamente en todo» y a pesar de que lleva  tres asistencias en liga, «debo seguir potenciando la ayuda en la salida de balón». GonzaloArconada se lo pide y ella lo trabaja cada día.

la selección. Lucía Rodríguez asegura que «no es mi principal objetivo», pero la selección española está ahí, con una convocatoria con la absoluta, se cierra prácticamente el círculo que comenzaba con el oro en los campeonatos de Europa sub-17 y sub-19, y el subcampeonato en el Mundial sub-20, «tuve la suerte de comenzar con la selección en 2013 y es una experiencia que no se puede comparar con nada». En esas concentraciones «compites con gente que es la mejor en su país y aprendes más incluso que en la competición nacional».

Asume con naturalidad el reto de poder estar en la absoluta, «mi objetivo es ir mejorando y es increíble que cuenten conmigo». Estar en la selección «es muy importante, y aunque no me obsesiono ni es mi objetivo directo, es un premio y ojalá pueda estar en ella».

el convenio. Lucía Rodríguez fue una de esas jugadoras que apoyó la huelga del fútbol femenino por un convenio colectivo justo.Ahora tras la firma, asegura que «nuestra intención era poner unas bases como un salario mínimo, un aumento de la cotización o que en caso de lesión o embarazo estemos protegidas, era lo mínimo que podíamos pedir».

Quiere dejar algo claro, «esto es solo un primer paso, la base sobre la que hay que mejorar». Entre las muchas cosas que quedan por avanzar está «conseguir una cotización al 100%». Pero para Rodríguez esto va más allá de estos avances,«podemos mejorar millones de cosas.Campos, instalaciones que no se pueden permitir estando en Primera División y sigo pensando que el salario debe seguir subiendo».

No ha sido fácil,«hay clubes con una estructura masculina detrás que tenían más fácil llegar a estos salarios, aunque realmente para nosotras no es tan importante como estar protegidas». Se ha llegado «a ese equilibrio y ahora hay que seguir mejorándolo con el tiempo».

Es la visión de Lucía Rodríguez desde Zubieta, donde se ha convertido en una de las jugadoras más destacadas  y con más futuro de la Liga Iberdrola, la máxima división del fútbol español.