La mochila llena para volar a Estados Unidos

Nuria Zaragoza
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El soriano David Perdiguero, único español que consigue la beca Fulbrigth en la modalidad de compromiso cívico, cinco semanas en Columbia

La mochila llena para volar a Estados Unidos

Cinco semanas de estancia, de aprendizaje, de crecimiento en Estados Unidos. Cinco semanas empapándose de su cultura, aprendiendo su historia, conociendo su gente, su patrimonio, su manera de construir comunidad. Cinco semanas mejorando habilidades de liderazgo. Practicando inglés. Conviviendo con 22 jóvenes procedentes de diferentes países europeos. Formándose. Viajando. Experimentando. Viviendo... Creciendo.

El soriano David Perdiguero, alumno de segundo curso del Grado de Administración y Dirección de Empresas (ADE) en el campus de Soria, podrá vivir esta experiencia «a partir de la primera semana de julio». Será gracias a una beca concedida al amparo del prestigioso programa Fulbright, uno de los más potentes instrumentos de diplomacia pública conocidos. 

A sus 19 años, ha sido seleccionado para participar en el Programa ‘Study of the U.S. Institutes (SUSIs) for Student Leaders from Europe’                      -Instituto de Verano en Estados Unidos para jóvenes líderes europeos-. El programa desarrolla tres institutos (tres becas), dedicados a tres temáticas:compromiso cívico; educación y el futuro del trabajo; y desarrollo empresarial y económico. Perdiguero será el único representante español en el primero de estos programas académicos intensivos, el que versará sobre compromiso cívico. Reconoce que no esperaba ser el elegido para este viaje formativo a Estados Unidos: «Cuando me lo dijeron no me lo creía. Vi que me había entrado un correo de Fulbright y que empezaba: Me complace comunicarle... Me empezó a latir el corazón y vi que me habían seleccionado, algo que veía realmente muy difícil porque había muchísimo nivel. Por ejemplo, para mi programa concreto había un chico recomendado por la NASA que estudiaba Física; otra recomendada por una Embajada… Yo, viendo ese nivel, me lo tomé con calma relativa. Pensé, bueno, así me sirve para coger experiencia en entrevistas… Pero ¡me seleccionaron!», apunta entre risas. 

Reconoce estar «muy agradecido».  «Por lo que supone [en sí la beca y quien la gestiona] y por la experiencia que puedo adquirir tanto a nivel personal como a nivel de conocimientos que luego podré aplicar», justifica. Porque, uno de los objetivos principales de este programa es precisamente alentar a los estudiantes a desarrollar planes innovadores y prácticos para convertirse en ciudadanos comprometidos en sus propias comunidades. 

«Espero conocer la cultura estadounidense, que muchas veces las tenemos estereotipada», apunta, de partida, sobre sus expectativas. Pero, además, «espero adquirir unos conocimientos que, con el cambio cultural,  seguro que me van a aportar una forma de enfocar las cosas muy diferente», añade. Y, en este sentido, explica, «recibir esa formación en un ambiente con gente de países tan distintos creo que va a enriquecer mucho el programa, nos va a dar una forma muy global de ver ese ámbito y creo que va a ser un cambio a nivel personal en cuanto a abrir la mente, a afrontar las cosas de una forma mucho más amplia. Porque, al final, aquí, cuando haces una actividad, no dejamos de ser 30-40 personas, todas españolas, muchas veces todas de Soria, que nos hemos desarrollado en el mismo ambiente, con la misma cultura, las mismas influencias… Eso tiende a cerrar mucho la forma de afrontar y el contenido que aporta cada persona, porque todos más o menos pensamos de forma similar», justifica. 

Es la primera vez que viajará a Estados Unidos (de hecho, era uno de los requisitos) y, aunque elude cualquier tipo de presunción, lo cierto es que para llegar aquí ha tenido que superar un arduo proceso de selección que incluía, además del expediente académico, varias redacciones en inglés y en español relatando «expectativas del programa, lo que crees que puedes aportar, logros, premios, reconocimientos…», así como dos cartas de referencia. En su caso, fueron de Lidia Sanz, profesora de Sociología en el campus soriano, y Rosa Gallego, coordinadora de Itaka Escolapios, la ong en la que Perdiguero colabora para ayudar a «niños en riesgo de exclusión social» [antes fue voluntario también con Alzheimer Soria]. Los mejores de esta fase (cuatro) llegaron a la entrevista y examen final en inglés en la Comisión Fulbright, en Madrid. 

Con la mochila llena ya de sueños, de ilusiones, de compromiso... Perdiguero se prepara para participar en el Instituto de Participación Cívica, organizado por la Universidad de Carolina del Sur en Columbia. Seminarios, lecturas, presentaciones grupales y conferencias serán el grueso de la formación, que se completará con viajes de estudio a Charleston, Carolina del Sur; Williamsburg, Virginia; y Filadelfia, Pensilvania. Los tres programas finalizarán en Washington, DC, donde los participantes se reunirán para un foro de cierre.