UN ADN soriano muy parecido al andaluz

Ana Pilar Latorre
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La genética de los sorianos, como la del resto de la península, se ha moldeado en el último milenio y se asemeja más a la de andaluces que a la de otras provincias de la Comunidad

UN ADN soriano muy parecido al andaluz

El ADN soriano se asemeja más a los de la zona centro y sur de la Península Ibérica, según se desprende del primer mapa genético de España elaborado por  las universidades de Santiago de Compostela y Oxford. Aunque se hizo un enfoque más genérico y no por provincias y más adelante se hará un estudio con mayor número de muestras en cada zona, según explica Ángel Carracedo, catedrático de Medicina Legal y experto internacional en genética, nos podemos hacer una ligera idea de que el ADNde muchos sorianos es fiel reflejo de acontecimientos históricos, como la invasión musulmana durante ocho siglos (711 a 1492) y la Reconquista, teniendo especial incidencia la Edad Media. Así, este mapa se asemeja mucho a cómo era la división política y lingüística en el siglo XIV (año 1300). 

La franja a la que corresponde el ADN soriano se extiende algo hacia el norte en la provincia de Burgos, sin llegar a la costa y hacia el sur (Guadalajara, Cuenca, Albacete, Murcia, Ciudad Real, Jaén y Granada) y está flanqueda por ADN asturiano (de la zona de Asturias a Cádiz) y árabe (Galicia, País Vasco, Navarra, Aragón y Valencia), fruto de las migraciones desde el norte de África. En la zona noreste y Baleares predomina el ADNcatalán.

franjas de norte a sur. El estudio muestra diferencias genéticas de este a oeste de la península y muestra similitudes genéticas en el eje norte-sur en concordancia con los movimientos de población que se produjeron durante la Reconquistas por parte de astures, leoneses, castellanos, vascos, aragoneses y catalanes. El origen castellano predomina en toda la provincia, más que en el resto de las de la Comunidad de Castilla yLeón, y un soriano tiene más similitudes genéticas con andaluces (Málaga y Granada tienen un rastro norteafricano más visible), burgaleses y castellanomanchegos que con vascos, aragoneses, gallegos e incluso segovianos, vallisoletanos, leoneses, palentinos...

Los mapas del estudio muestran una influencia de los genes árabes, procedentes del norte de África y vinculados a las invasiones musulmanas, más acusada hasta una parte de lo que es ahora Madrid, siendo mucho más débil en el norte y el este de la Península Ibérica. Una de las sorpresas de la investigación es que las zonas donde hay mayor presencia de ADN procedente del noroeste de África no es la que se encuentra más próxima a esta zona, el sur de España, ni siquiera aquella que tuvo una dominación musulmana más extensa (Córdoba y Granada), pese a que la mezcla se produce fundamentalmente durante las primeras fases de la invasión.

Por otra parte, los seis grupos genéticos en los que divide la península este estudio reflejan que la mayor aportación proviene de Francia (63-91%), con porcentajes menores relacionados con Italia e Irlanda, influencia de migraciones ancestrales no recientes. Estas tres influencias se reparten por todo el país, a excepción del País Vasco y su zona de influencia.

La investigación, publicada en Nature Communications, muestra que incluso en algunas regiones hay diferencias genéticas incluso entre individuos que viven a diez kilómetros de distancia. Las diferencias más fuertes van en la dirección este-oeste y las huellas de movimientos históricos de población de norte a sur, como ya hemos apuntado. La agrupación de individuos modernos, basada simplemente en compartir su ADN, identifica grupos cuyos límites coinciden estrechamente con los límites de distintos reinos, que hablan diferentes idiomas, presentes hace 500 años.