El inicio del curso escolar está a la vuelta de la esquina y la pandemia sigue avanzando en la Comunidad de Castilla y León y en la provincia de Soria. Mientras los colegios e institutos se preparan para el regreso a las aulas de los alumnos, todavía siguen llegando nuevas medidas de seguridad, que obligan a los centros a tomar decisiones día a día.
Hace una semana el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, anunciaba la suspensión de las extraescolares durante el primer trimestre del curso y a la espera de la evolución de la crisis sanitaria. Un cambio en el protocolo, impulsado por la expansión de la COVID-19, que pone en riesgo un gran número de puestos de trabajo ligados a la preparación y desarrollo de estas actividades.
Las clases extraescolares suponen la práctica de las habilidades sociales de los niños y el aumento de su motivación, pero, además, son también un importante recurso de conciliación para padres y madres. Al mismo tiempo del anuncio sobre la suspensión de estas actividades, Fernández Mañueco informaba sobre posibles cambios en los plazos y el presupuesto tanto de las excedencias como de las reducciones de jornada, para precisamente posibilitar la conciliación de las familias.
Estos días, los centros educativos sorianos celebran el claustro de inicio de curso para programar sus actividades y preparar el inicio escolar. Es el caso del colegio de los Escolapios de la capital, que tras las últimas noticias decidía solicitar a la Dirección Provincial de Educación la posibilidad de llevar a cabo las extraescolares de forma online. Pilar Menéndez, nueva directora titular del centro, señala que «el día 1 de septiembre nos contestaron afirmativamente a nuestra petición. Al día siguiente nos reunimos la directiva con el profesorado del ámbito informático y de idiomas para ver las opciones que tenemos».
Actualmente, el colegio baraja varias alternativas, entre ellas, robótica y clases de inglés a través de conversación. Una programación sobre la que están trabajando y que cerrarán antes del inicio de las acticidades fuera del horario escolar, que comenzarán una vez pasado San Saturio, en concreto, el 5 de octubre. «Tenemos la ventaja de que todos nuestros alumnos a partir de cuarto de Primaria tienen ordenador y una cuenta de correo electrónico asociada al centro, lo que nos facilita tener en cuenta esta opción», apunta Menéndez.
Respecto a la preocupación de los padres en materia de conciliación, Menéndez indica que «de momento están más preocupados por cómo vamos a volver al aula. Nos hemos reunido con los familiares de los alumnos de Infantil y parte de Primaria, a través de videoconferencia, para tratar sobre las medidas de seguridad que vamos a tomar, de ratios, mascarillas, distancia de seguridad y entradas y salidas del centro».
incertidumbre. La empresa soriana Muévete, especializada en la gestión de extraescolares, lleva desde el año 2004 desarrollando su actividad en los diferentes centros educativos de Soria. Este año reina la incertidumbre entre su personal, puesto que la nueva medida adoptada por el Gobierno autonómico supone una reducción del 70% en la facturación de la empresa. En estos momentos, su plantilla está compuesta por cinco personas, mientras que durante el transcurso de un curso normal solía contar con alrededor de 36 empleados.
Inés Morales, trabajadora de Muévete, apunta que «todavía no hemos programado absolutamente nada, aunque nuestra intención es realizar actividades en la ludoteca, cumpliendo con toda la normativa actual, pero estamos esperando porque es posible que pueda cambiar en las próximas semanas». Asimismo, señala que «tendremos que reinventarnos para evitar el cierre, ofrecer otro tipo de servicios y contar además con ayuda de las administraciones».
deporte. La posibilidad de ofrecer actividades de deporte de manera online se aleja de la realidad. Por este motivo, las diferentes entidades deportivas sorianas se verán obligadas a abandonar sus servicios en los centros docentes durante al menos el primer trimestre escolar. Entre ellas, el Club Soria Baloncesto, que no experimentará, al ser una entidad sin ánimo de lucro, pérdidas económicas, pero que sí afectará a su modelo de club. Su presidente, Rodrigo Gómez, puntualiza que «creemos mucho en la escuela y esta medida puede suponer un problema para la progresión de jugadores a futuro, ya que las extraescolares son una buena forma de crear afición en los chavales. Además, podemos perder un poco a esos equipos que nacen en los colegios».