Arte en tiempos difíciles

J.Villahizán (SPC) - Agencias
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La pandemia ha convertido las redes sociales en una gran sala de exposiciones donde creadores anónimos y autores famosos reflexionan, con humor, sobre el mundo que les ha tocado vivir

Arte en tiempos difíciles

A pesar de que el mundo está parado o parece estático a causa del coronavirus, con museos cerrados y exposiciones clausuradas, el arte no se detiene y muestra, como ya lo hiciera en otras epidemias del pasado, su propia expresividad. Además, en esta ocasión, los creadores cuentan con un aliado de excepción: internet.

Es a través de las redes sociales y de sus múltiples plataformas donde los artistas profesionales y anónimos se manifiestan y retratan la crisis sanitaria, donde reflexionan sobre el mundo que vendrá o simplemente donde combaten el aburrimiento y el hastío de estos días de confinamiento.

La fotografía se ha convertido estos días en el informante serio y objetivo que muestra la crudeza y también la belleza de la crisis causada por la COVID-19. Se ha erigido en el retratista oficial de la pandemia del siglo XXI.

De hecho, el primer shock del coronavirus llegó con las primeras imágenes de ciudades absolutamente vacías, sin sus habitantes y sin su habitual trasiego de coches, una situación impensable hacía solo unos días antes.

Esas escenas, que los cuadros de Antonio López vaticinaron hace décadas, han sido retratadas por artistas y fotoperiodistas con tanta sensibilidad artística como rigor periodístico.

En Instagram, Covid Photo Diaries (@covidphotodiaries), el proyecto de ocho fotógrafos españoles -Anna Surinyach, Isabel Permuy, Susana Girón, Judith Prat, José Colón, Manu Brabo, Javier Fergo y Olmo Calvo- con el apoyo de Médicos del Mundo, recoge escenas, que han cobrado nuevo significado con la pandemia: una mujer embarazada que acude al hospital a hacerse una ecografía, la vida en una residencia de ancianos o el abrazo de dos sanitarios en una UCI.

A estos ejemplos se suma el trabajo diario de las agencias de prensa y medios de comunicación, no solo en España, también en Italia y otros epicentros de la crisis. En Wuhan, el fotógrafo de EPA Roman Pilipey ha sido un fiel notario de todo lo que sucedía en el origen de la pandemia, y en el norte de Italia, Fabio Bucciarelli, para el New York Times, firma uno de los trabajos más contundentes de la primera línea de batalla contra el virus.

Las iniciativas anónimas de artistas están siendo clave en la crisis. Junto a la infinidad de memes que se han creado en torno al confinamiento, se encuentran otros ejercicios de humor como la moda de recrear cuadros famosos, una iniciativa que arrasa en Instagram y que han apoyado museos como el Guetty de Los Ángeles, el Rijksmuseum de Ámsterdam o el Met de Nueva York.

Niño con un cesto de frutos, de Caravaggio, ha sido recreado por el guitarrista italiano Francisco De Grazia con una cesta con rollos de papel higiénico, en una imagen que hace unas semanas hubiera pasado desapercibida pero hoy tiene cientos de likes y genera tantas necesarias sonrisas.

Citas en la nube

Internet se ha convertido en una improvisada galería donde artistas de renombre y otros menos conocidos muestran sus obras. The Covid Art Museum (@covidartmuseum), el primer museo dedicado a obras de arte del coronavirus -en Instagram-, es una iniciativa de tres publicistas españoles -Emma Calvo, Irene Llorca y José Guerrero- que pretende agruparlas, por el momento ha aglutinado más de 200 obras de artistas de 50 países.

Entre ellas se encuentra la última de Banksy que, confinado, ha pintado en el baño de su casa a un grupo de sus características ratas con numerosas referencias a la crisis de la COVID 19: unas juegan con el papel higiénico, otras con la pasta de dientes y una de ellas se afana en coger el jabón de manos.

También se puede encontrar el famoso vídeo con una fila de cerillas incendiándose que tanto ha ayudado a concienciar sobre la cadena de transmisión, obras reinterpretadas como El beso, de Lichtenstein, (con mascarilla), o trabajos de artistas que registran su confinamiento con imágenes que reflexionan sobre lo cotidiano y el paso del tiempo.

El significado de las cosas

Como sucedió en los años 80 con la crisis del sida, cuando los lazos rojos ya no volvieron a ser lo mismo, esta pandemia hará que mascarillas, guantes y jabón de manos se conviertan en objetos cargados de nuevos significados.

Damien Hirst, el enfant terrible del BritArt -jóvenes artistas británicos de los años 90-, ha optado por reinventar otro símbolo de esta crisis: el arcoíris, el dibujo de esperanza que miles de niños han pintado y colgado de sus balcones en todo el mundo. 

La artista japonesa Yayoi Kusama lleva cuatro décadas recluida voluntariamente en un psiquiátrico; su trabajo, marcado por la repetición, es su manera de huir del trauma. Hace unos días publicó un poema con el que animaba a combatir la epidemia y no caer en el desánimo. En medio de esta amenaza histórica, un breve estallido de luz apunta al futuro (...) Pelearemos. Lucharemos contra este monstruo terrible, relataba.

Y es que como decía el pintor Gerhard Richter en 1982, un mundo todavía marcado por la Guerra Fría, «el arte es la forma más elevada de esperanza».