Contar cómo son las navidades en su país, la moneda que usan, la lengua, quienes son las personas importantes de su tierra natal o los escritores que allí triunfan son los temas que se tratan en el grupo intercultural que da sus primeros pasos en El Burgo de Osma. Se trata en definitiva de dar a cada persona la oportunidad de compartir lo que lleva dentro y darle valor. Los Centros de Acción Social de la Diputación Provincial de Soria han puesto en marcha este grupo que comienza de manera tímida en cuanto al número de participantes pero que aspira a ir creciendo para llegar a ser todo un punto de encuentro y conocimiento de las diferentes realidades de origen de la gente que vive en el municipio.

Cuentan desde los Ceas burgenses que puesto que en la provincia hay un buen número de personas llegadas desde otros países consideraron que podría ser beneficioso internarse en sus culturas de origen. Quieren ponerse en su lugar y acompañar su paso para adaptarse al ritmo del pueblo e integrarse. El grupo intercultural espera ser un espacio donde conecten gentes de todas las culturas y encuentren un lugar para compartir, un momento para reconectar consigo mismos y con los otros contando su vida y logrando un mayor desarrollo personal.

El grupo se reúne los martes a las doce del mediodía en la sala anexa a la biblioteca municipal del Centro Cultural San Agustín, allí encuentran un espacio cómodo y acogedor donde compartir todo aquello que conforma a la persona. Comenzaron a principios del mes de octubre y aún son pocos los que se han sumado a la iniciativa pero desde los Ceas no piensan rendirse y continuarán ampliando la convocatoria, no se trata de una reunión de un grupo cerrado de gente sino que todos, también los nacionales, tienen la puerta abierta. 

A día de hoy la comunidad procedente de América Latina es la más numerosa en la cita de los martes, aunque también llega gente desde Marruecos y otros puntos de África. Los Ceas reconoce que el horario de mañana hace que la asistencia a la cita por parte de los participantes no sea muy estable puesto que están a expensas de los turnos de trabajo o de que hayan encontrado un empleo.

Como avanzan desde la organización, no hay un temario marcado para los encuentros de este grupo intecultural sino que se hace con los aportes de los propios participantes, conociendo y compartiendo sus experiencias y recuerdos para respetar y aprender.  El grupo llegará a lo que él mismo quiera o pueda, dependerá de su propia evolución.

Es la primera vez que en El Burgo de Osma se forma un grupo de estas características aunque en localidades cercanas como San Esteban de Gormaz ya se intentó alguna experiencia similar. En la villa ribereña el sector elegido para trabajar fue el de las mujeres magrebíes que dieron un paso al frente en la integración.

PARTICIPANTES Una de las mujeres del taller es Cristina que lleva dos meses en España recién llegada de Ecuador, está contenta tanto con los Ceas como con los compañeros. Cristian gracias al taller conoce gente nueva con la que le gusta estar. Isabel es de Ecuador y lleva 19 años en El Burgo y no se queja de la vida en la villa, gracias al grupo está aprendiendo cosas de diferentes países, le llama la atención ir conociendo a los compañeros con su diferente forma de ser. Carla es ecuatoriana y lleva un año en El Burgo, para ella  «el taller es muy interesante porque conocemos lo que no sabemos, muchas veces ignoramos muchas cosas de diferentes culturas y aquí nos muestran la realidad de sus costumbres, es muy interesante, me ha ayudado mucho».