Preparados para la gran partida

Leticia Ortiz (SPC)
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La fragmentación de la escena política española en dos bloques, derecha -con PP, Cs y Vox- e izquierda -con PSOE y Podemos- marcará una cita electoral para la que los partidos ya ultiman sus candidaturas y sus estrategias

Preparados para la gran partida

El próximo lunes 25, la carrera electoral hacia el 28 de abril vivirá uno de sus días claves. Al término de esa jornada, todas las candidaturas que quieran concurrir a las urnas deberán estar presentadas ante la Junta Electoral. Sin embargo, parece que las formaciones no apurarán hasta esa fecha para elegir los nombres que se imprimirán en las papeletas que los ciudadanos tendrán que escoger en los colegios en la fiesta de la democracia. Por ejemplo, el PSOE tiene previsto aprobar sus listas este domingo en un Comité Federal convocado específicamente para ello, mientras que Podemos y Ciudadanos esperarán al cierre de las primarias en todos los territorios. PP y Vox, por su parte, aún no tienen una fecha definida para dar a conocer sus candidaturas.
La cita se presenta como una de las más inciertas de la democracia. Desde la Transición, donde el voto se fragmentaba en varios partidos, el bipartidismo ha sido el rasgo esencial del sistema electoral española. Una característica que quedó tocada de muerte en los últimos comicios, a raíz de la aparición y consolidación en la escena política de Podemos y Ciudadanos. Dos nuevos actores a los que ahora se suma un tercero, Vox, que podría resultar clave, como lo fue en Andalucía, el precedente más cercano en cuanto a elecciones. Además, la irrupción de la formación de Abascal, con otros factores como la cercanía del Gobierno de Pedro Sánchez con los independentistas, ha dejado dos grandes bloques definidos: el de derechas, en el que estarían PP, Cs y el propio Vox; y el de izquierdas, con PSOE y Podemos. Descartada la opción de una mayoría absoluta para alguna formación, debido a la fragmentación del voto, el camino a la Moncloa pasa, inexorablemente, por la unión de estos bandos. Sin olvidar que, debido a la ley D’Hondt, el sistema que rige la conversión de votos en escaños en España, las pequeñas fuerzas autonómicas, como PNV, ERC o PDeCAT podrían volver a ser decisivas para aquel candidato que quiera alcanzar la Presidencia del Ejecutivo.

Pequeñas provincias. Precisamente, la primera gran batalla que se está librando cuando ni siquiera ha arrancado la campaña electoral es la del llamado voto útil. Los grandes partidos, PSOE y PP, se intentan vender como la única garantía de que las papeletas no acabarán sumando para otros partidos, especialmente en las provincias que reparten menos escaños. Tanto es así que los populares, incluso, han llegado a pedir a los «nuevos partidos», en clara alusión a Vox, que se retire de la carrera electoral en las circunscripciones más pequeñas. Y es que, las últimas encuestas señalan que la división de la derecha podría alejar a este bloque de la Moncloa porque ni siquiera la suma de los resultados de los tres partidos les permitiría llegar a los 176 asientos que señalan la mayoría para controlar el Congreso.