Sin apenas operaciones de compraventa desde el inicio del estado de alarma, el sector inmobiliario se asoma a una nueva crisis, aunque diferente a la de 2008. Algunos agentes API vaticinan una caída de los precios de entre el 15 y 20%.
Es el caso de Jesús Ángel Fernández, de la agencia Contasoria. "Esperemos que poco a poco el sector vaya remontando, lo que yo preveo es que los precios tiendan a la baja", ha asegurado.
De momento, con las notarías operativas sólo para casos urgentes, la demanda de vivienda de primera residencia se concentra en el mercado de alquiler.
Además, ha crecido el interés por municipios en detrimento de las capitales y se ha disparado en el caso de inmuebles con balcón y jardín.