Se cumplen ochenta años de la inauguración de la Soria-Castejón, y un cuarto de siglo de que circulara el último tren por esta línea con el tráfico suspendido. Dos hitos en la historia ferroviaria de Soria que están recogidos en la exposición que acoge uno de los dos furgones de paquetería que tiene cedidos la Asociación Soriana de Amigos del Ferrocarril y desde hace años se ubican en la estación del Cañuelo.

Fabricados en España en 1973, los dos furgones de paquetería estuvieron en circulación hasta los años noventa por líneas ferroviarias de toda España. Entre ellas la Madrid-Barcelona, una de las dos líneas que todavía siguen activas en la provincia de Soria junto con la Soria-Torralba. "Circularon por el sur de la provincia, Medinaceli, Arcos de Jalón, Santa María de Huerta... formando parte de trenes expreso", apunta el presidente de ASOAF, Jesús Rivera.

Llevan años junto a la estación del Cañuelo, y desde 2007 cedidos por la Fundación de Ferrocarriles Españoles. "Quedan pocos y queremos preservarlos", añade.

Restaurarlos y conservarlos para convertirlos en un museo de la historia ferroviaria de una provincia. "Contiene señales de destino -explica-, fotografías, objetos, revistas... todos con algún valor histórico".

También piezas auténticas de líneas que ya no existen, como "tirafondos o trozos de carril".

Porque si alguien no lo sabía, la provincia de Soria llegó a tener cuatro líneas de ferrocarril convencional. Y esta exposición lo recuerda, rindiendo homenaje a un medio de transporte, el tren que Soria no quiere dejar pasar.