Ocho meses sin poder volver a casa

Nuria Zaragoza
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Mientras el monasterio de Santa María de Huerta recupera la normalidad tras la riada, los vecinos de viviendas desalojadas piden respuestas

Ocho meses sin poder volver a casa - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

Nueve meses después de la riada, los vecinos de la calle San Bernado de Santa María de Huerta que fueron desalojados tras detectarse daños en los cimientos de sus casas siguen sin poder regresar a sus hogares. 

Aquel 9 de septiembre, la crecida desbordó uno de los barrancos que pasa por el pueblo, sobre el que se encuentran la decena de viviendas desalojadas, para desembocar en el río Jalón. Cinco horas después del aguacero, los habitantes de las mismas, la mayoría en edad avanzada, tuvieron que dejar sus casas y buscar un lugar en el que alojarse. Y así permanecen desde entonces porque «todo sigue exactamente igual», «no han hecho absolutamente nada» ni «nos han dado ninguna solución», lamenta la hija de un matrimonio afectado por el desalojo. Ella acude regularmente al Ayuntamiento a solicitar información  para «saber cómo avanza el proceso» de reconstrucción del barranco, sin obtener «ninguna respuesta» hasta el momento. «Ni se informa de nada ni hacen nada», lamenta, al tiempo que hace una advertencia: «Si mañana viene otra, toda la calle se va abajo, no solo el barranco». «Han arreglado la valla del río y poco más», sentencia, al tiempo que se lamenta. 

En similares términos se pronuncia otra de las afectadas. Sus padres se tuvieron que realojar en la vivienda de un hermano que ha habido que «adaptar» ya que tienen problemas de movilidad. No han recibido «ninguna ayuda económica» para ello, pero tampoco psicológica, social, ni de ningún tipo. «En principio dijeron que el Consorcio de Seguros pagaría los meses que tuvieran que estar fuera de casa, con el máximo de un año, pero de momento no se ha hecho nada y, al menos nosotros, hemos tenido que gastar un dinero en adaptar la vivienda». La situación de sus padres es ya tan «insostenible» que incluso «están valorando regresar a su casa y asumir las consecuencias». No serían los único, ya lo ha hecho otra persona que no soportaba más esta situación. «Necesitan su ambiente, su casa...», explica su hija. «Pensaba que se iba a mover más pero la realidad es que han hecho las obras que se ven, en el monasterio, en las vallas, pero nada en el barranco y nada para las personas», recrimina. 

próxima semana. El alcalde de la localidad, Juan Pascual, indica que «se ha recuperado la normalidad más o menos» y reconoce que se han hecho obras pero que siguen pendiente de ejecutar el «barranco nuevo». Asegura que está «garantizada» su ejecución a través de «la Junta, la Confederación y el propio ayuntamiento (que financiará su parte con Planes Provinciales de la Diputación)» si bien reconoce que hoy en día es inviable hablar de plazos. No obstante, anuncia, «la próxima semana la Junta empieza a hacer el proyecto definitivo», que deberá ser luego licitado, adjudicado... 

En cuanto a las viviendas, apunta: «El estudio está más o menos hecho pero hasta que no se ejecute el barranco, no se puede hacer las obras de las viviendas». Aún así, asegura, «una vez empiecen las obras del barranco, las de las viviendas (bóveda sobre la que se asientan) irán prácticamente al mismo tiempo». Asume  que están «mirando al cielo» para que «no vuelva a haber una tormenta similar» porque podría repetirse.