Gigantes y cabezudos con imagen... y alma soriana

EDS
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El Día de Soria accede a uno de los ensayos de la nueva comparsa, que debutará el próximo martes en plenas fiestas de San Saturio

Gigantes y cabezudos con imagen... y alma soriana - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

Roberto, Dani, Jose, Sergio, Antonio, Alejandro... Son parte del equipo que se encarga de dar vida a Retógenes, Nuane, Alfonso VIII, Leonor de Plantagenet, Don Saturio y Doña Blanca, los soldados Escorpión y Mario, Almanzor, Miramamolín, Napoleón y el General Durán, las figuras que integran la comparsa de gigantes y cabezudos de Soria. 

Estos seis sorianos forman parte del grupo que se ha sumado a la iniciativa que lanzó el Ayuntamiento el pasado mes de octubre con el propósito de que sea «la propia ciudadanía» la que tome las riendas de la nueva comparsa de la ciudad. En apenas dos meses, una veintena de personas se ha sumado ya a este proyecto y ha conseguido aunar intereses, ilusiones y, también, responsabilidades para dar forma a lo que será la Asociación Cultural Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Soria. Con el reloj marcando ya la cuenta atrás, los integrantes de la nueva comparsa se preparan para devolver el alma soriano a estos personajes de la historia de la ciudad. No es una tarea sencilla. Cabe recordar que algunas de estas figuras superan los tres metros de altura y los 45 kilos de peso. 

ensayos. A solo unas jornadas de su «debut» [el martes será la comparsa de Alfaro la encargada de bailar a los gigantes y cabezudos sorianos, y el miércoles será ya su turno], El Día de Soria se introduce en uno de sus ensayos. En el patio de columnas del Ayuntamiento suena música de gaiteros en un altavoz improvisado para la ocasión. Sergio y Antonio se disponen a portar a Retógenes y Nuane sobre sus hombros. Paso uno, ‘acomodarse’ en las entrañas de la figura. Paso dos, asegurar la estabilidad. 

«Los recuerdos de infancia» han llevado a Sergio hasta allí. «Es algo muy arraigado a nuestras fiestas y que todos recordamos con cariño y, en cuanto me enteré de que se iba a crear una comparsa a imagen y semejanza de las que hay en ciudades como Pamplona, Zaragoza, Alfaro… no lo dudé ni un momento. Dije ¡tengo que estar ahí!». Y ahí está, volcado con una iniciativa que, insiste, le hace «mucha ilusión» como soriano. 

La comparsa se ha convertido en un punto de unión de gente «diversa», unida por su afición a los gigantes y cabezudos. Hay gente de todos los perfiles y edades y «está abierta a todo el mundo», recalca Sergio, consciente de que tienen que sumar más fuerzas para ser una comparsa potente. Hay que tener en cuenta que se necesitan al menos dos personas por gigante para poder turnarse.

Los integrantes de menor edad, obviamente, no portan el peso, pero allí «todo el mundo suma». Alejandro es uno de los miembros más jóvenes.Con 14 años, ha vivido esta tradición casi desde la cuna. «Mis padres me la enseñaron desde que era muy pequeño y siempre me llamó la atención ver figuras tan grandes. Desde entonces, he ido haciendo el seguimiento hasta el día de hoy y tengo figuras, dibujos… de los antiguos y, también, de los nuevos», explica este joven, quien se encargará de hacer las fotos durante el recorrido y no descarta llevar uno de los cabezudos pequeños (de los antiguos). No será una experiencia nueva para él. «Mi padre, cuando era pequeño, me hizo un gigante y luego lo renovamos a otra estructura más nueva», repara. Su afición le ha llevado a moldear todas las figuras de la nueva comparsa, los cabezudos en plastilina y los gigantes en goma eva. Quien quiera ver el resultado de este apasionado trabajo puede hacerlo en la tienda Duende, donde estarán expuestos.

Dani y Roberto aún recuerdan cuando participaban en la comparsa del barrio de San Pedro, de modo que esta iniciativa ha sido de algún modo una forma de reencontrarse con esa vieja afición. «Poder revivir algo que ha estado siempre en Soria y darle un aire nuevo». Es lo que ha llevado a Roberto hasta la comparsa. Para él, lo más fácil de este proyecto son «las ganas». Y lo más difícil, «el esfuerzo que hay que hacer, porque son figuras que pesan y la intención es bailar las comparsas, no solo pasear», avanza. 

Son conscientes, no obstante, de que para llegar a ese punto aún les quedan unos cuantos ensayos. «Ahora mismo es afición y empezar a mover los gigantes. De momento no nos ponemos grandes retos, de momento queremos que salgan y hacer disfrutar a la gente», añade Dani, quien confía en que, tras el estreno, se animen más personas para poder organizar las salidas con mayor holgura ya que, con los horarios laborales, no siempre es fácil acudir a las salidas. 

A Jose le han gustado los gigantes y cabezudos «de siempre» y «desde hace tres o cuatro años» empezó a a «hacer algún cabezudo para los hijos de algunos amigos y para mí». «De momento aquí somos 20 en el grupo y de momento vamos despacio y bien, haciéndonos un poquillo con los gigantes», apunta sobre su experiencia. 

Antonio Callejas es uno de los más experimentados del grupo, ya que pertenece a la comparsa de El Burgo de Osma. Le llamaron para participar en esta, y ni se lo pensó. «Es poner conocimientos de lo que tienes en un sitio en el otro, y llevar lo que aprendes en uno al otro», considera, consciente además de que, con su participación, ayuda a mantener viva la cultura y el patrimonio de la provincia: «Es algo que llevamos en nuestra tradición. Desde el siglo XVI forman parte de las procesiones de Gloria, del Corpus. Los gigantes representan la virtud, la bondad, mientras que los cabezudos son la parte grotesca, los pecados capitales», destaca. Para él, el «avance» que ha dado la capital al realizar «personajes con identidad, cercanos a nuestra historia», ha sido «muy bueno». «Van en nuestro ser, y es una forma también de que los niños conozcan su propia historia», considera. Su reto, «que llegue a la ciudad porque esta comparsa es por y para la ciudad de Soria». 

Una vez dentro de la figura, «lo más difícil no es el peso, sino el equilibrio», apunta Antonio y coinciden todos. «Porque nuestro punto de referencia lo tenemos en el estómago y, de repente, sube a la garganta, de modo que, a la hora de bailar, cualquier cabeceo te desestabiliza y debe ser compensado con las manos. Es práctica», explica. 

Desde el Ayuntamiento no esconden su satisfacción por estos primeros pasos de la nueva comparsa y anuncian ya que se seguirá actuando. Una vez se constituya oficialmente como asociación cultural, algo que lo han estado trabajando ya en las últimas reuniones, según indica Sergio, «intentaremos llegar a los colegios» para involucrar a los más pequeños en esta tradición y «que haya relevo generacional», anuncia la teniente de alcalde, Ana Alegre, quien avanza también que se quiere «hacer unos recortables» de las figuras. 

nuevas figuras. La edil insiste en que «en Soria hay cultura de gigantes y cabezudos» pero se trata de «darle el empujón definitivo» y por ello se va a seguir trabajando en varias líneas. Con la asociación, se pretende «firmar un convenio» y acordar «la cesión de un local, mantenimiento, y apoyo económico para las salidas y la formación». Y, en cuanto a la propia comparsa, se valora ya ampliar con nuevas figuras. «Los quince cabezudos pequeños que hay se han estado restaurando con uno de los miembros de la asociación, Manuel Izquierdo. De cara al futuro, estamos valorando hacerlos nuevos, siguiendo el diseño de Numanguerrix. Desde la asociación nos proponían buscar personajes típicos o conocidos de la ciudad de Soria. Personas quizá no tan históricos, como la castañera, el heladero…», ejemplifica. 

De momento, desde el martes recorrerán las calles de Soria las doce figuras nuevas y los quince cabezudos pequeños, que los llevarán los niños que se apunten en el Ayuntamiento pero a los que se les pedirá «hacerlo bien» porque «forman parte de la comparsa». La comparsa de Alfaro los bailará el primer día y después se encargará la nueva comparsa municipal, si bien Alegre apunta que, de momento, «seguiremos contando también con SOS (Servicios Organizativos Sorianos), la empresa que los sacó en verano, porque estamos empezando en la asociación y necesitamos que haya más gente de apoyo». 

El martes, algunos de los integrantes de la comparsa cumplirán su «sueño» de infancia. Ha llegado un poco más tarde, pero me ha llegado.