La veda para la caza mayor sigue abierta, y en fin de semana se multiplican las monterías y los ganchos en muchos de nuestros montes. En el Acebal de Garagüeta este sábado se dan cita una treintena de cazadores y otros tantos rehaleros que ayudan con sus perros a abatir ejemplares de ciervos y jabalíes, estos últimos sin cupo. La caza mayor recupera poco a poco el pulso y se reivindica como un motor de desarrollo del medio rural.
Tras un año anómalo en el que se suspendieron muchas monterías, "viene muchísima gente de fuera a cazar y con la movilidad reducida el año pasado se quedó sin cazar", la estampa de cazadores vuelve a ser habitual en los cotos y zonas autorizadas. Y es que tras el confinamiento hay más animales para abatir: "las densidades han aumentado considerablemente y con ello los accidentes en carreteras y daños en cultivos", apunta José Manzano, delegado en Soria de la Federación de Caza de Castilla y León.
Es una de las razones por las que este colectivo se reivindica, pero hay más. En opinión del integrante del club Cazadores San Saturio de Soria, Tomás Hergueta, "la caza aporta dinero, sobre todo a muchos pueblos de la España Vaciada, es importantísimo para Soria". Y es que sólo en esta provincia se contabilizan 6.000 cazadores y rehaleros como Alba Martínez, estudiante de Magisterio Infantil que practica la caza desde que era niña. Porque las mujeres también se abren paso en esta práctica: "Aunque haya muchos hombres, lo importante es que nos empoderemos y salgamos adelante. Que no tengan miedo, es un deporte y una afición como otra cualquiera", asegura.
La caza mayor recupera el pulso en los montes de SoriaUn aprovechamiento cinegético que convive con la ganadería y el turismo en parajes como el Acebal de Garagüeta, donde la próxima extracción que se autorice será en la recta final de la temporada de caza mayor.