Hernández asegura que la decisión de la Fiscalía respalda los argumentos que vienen dando desde el principio. Hernández asegura que ellos no tomaron la decisión, explica que ellos simplemente recibieron la llamada por desarrollar habitualmente trabajos en el interior de las instalaciones, por ello explica, no se puede considerar como vacunación "irregular". Asegura además que esa decisión no estuvo en ningún momento en su mano. Dice haber sufrido una persecución política a raíz de la noticia e insta a la oposición del Ayuntamiento a que dimitan por su error cometido al haberle acusado injustamente, igual que ellos estuvieron meses pidiendo su dimisión. Por cierto tanto él, como la secretaria del ayuntamiento y el farmacéutico involucrados recibieron su segunda dosis