Las segundas vidas del palacio de Velamazán

Henar Macho
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El palacio del siglo XVII de la localidad se encuentra dividido en siete residencias y cada propietario le da un uso diferente

La segunda vida del palacio de Velamazán

A caballo entre Berlanga de Duero y Almazán, la villa de Velamazán fue en algún momento un feudo del marqués de Velamazán, perteneciente a la familia de ganaderos trashumantes González de Castejón. En el centro histórico del municipio se encuentra el antiguo palacio de estos nobles, que se erigió a finales del siglo XVII y que conserva en su fachada principal el escudo de armas familiar y un reloj de sol. La entrada sur fue primeramente de estilo románico, decorada con arcos de medio punto y arquivoltas, aunque más tarde se transformó al estilo gótico.

A pesar de que en su día el anterior equipo de Gobierno del Ayuntamiento barajó la posibilidad de adquirir todo el palacio para ubicar en él una residencia de ancianos, una operación que no se realizó finalmente por su alto coste, en la actualidad, pertenece a seis familias diferentes. Algunos de los propietarios mantienen su parte del palacio como segunda residencia y otros pretenden vender la suya. Por otro lado, hay quien ha sabido ver una oportunidad de negocio en este edifico histórico.

CASARURAL. Juan Moredo es la persona que, en este último caso, decidió aportar por la hostelería en  Velamazán, poniendo en marcha una casa rural que regenta desde hace ocho años.

Se muestra realista porque reconoce que «de casas rurales no vive nadie, es imposible». Él es enfermero y ahora reside en Soria, aunque antes vivía en Almazán. Aun así, suele ir todos los días a Velamazán para pocurar el mantenimiento del palacio y supervisar las obras que está llevando a cabo ahora. El negocio de la casa rural «funciona bien, pero da mucho trabajo. Son muchas horas de mantenimiento, limpieza… Aunque no me quejo, con pagar la hipoteca me basta y me sobra», comenta. Tras adquirir la casa en 2010 estuvo dos años reformándola y siguiendo los trámites para cumplir los requisitos que permitieran abrirla como casa rural. Ahora teme las consecuencias y la ausencia de ayudas que podrían devenir de la actual crisis sanitaria, «que nos está haciendo bastante daño», lamenta. 

Este emprendedor rural ha adquirido otra parte del palacio para ampliar la casa rural. Hay muchas localidades en España en las que edificaciones palaciegas como esta se rehabilitan como alojamientos turísticos. Velamazán, a 18 kilómetros de Almazán, a 16 de Berlanga de Duero y 50 de Soria capital, ofrece esta posibilidad. 

El Palacio de Velamazán es una insignia del municipio, con valor cultural y artístico y un reclamo turístico de la zona. El solar se erigió en forma de manzana única de unos 1.000 metros cuadrados por planta, según los cálculos del propietario de la casa rural. En la planta baja se encuentran la cocina, el comedor y algunos dormitorios. En la primera planta hay un «salón de palacio de más de cuatro metros de altura y más habitaciones. Y uno de los reclamos de esta casa es su extenso patio interior, de 300 metros cuadrados de superficie. Actualmente, el frontón y pistas deportivas municipales están enfrente del edificio y el bar del pueblo a menos de 50 metros.

Comenta Juan Moredo que, aunque depende de cómo estén divididas las viviendas, cada planta ronda los 1.000 metros cuadrados. La distribución de las plantas depende del ala del palacio donde nos situemos, ya que algunas viviendas cuentan con tres pisos y otras con cuatro. «La casa rural le está dando mucha vida al pueblo», señala el alcalde de Velamazán, Víctor Sobrino, «porque aquí viiendo habitualmente hay muy pocos vecinos, unos 15». Según los datos que maneja el Consistorio, habría alrederor de 70 habitantes censados. 

SEGUNDARESIDENCIA. Algunos de los propietarios del palacio, que viven actualmente en ciudades como Madrid o Barcelona, conservan su parte como segunda residencia para estancias vacacionales y de fines de semana. Pero otras áreas del palacio están ahora a la venta. 

Desde la inmobiliaria Vivacity sostienen que «los que se deshacen de la casa en el pueblo son casos de herencias, cuando pertenecen tres, cuatro, cinco o más personas... Al final no les queda otro remedio que vender». Menos urgencia en vender suelen tener los propietarios que siguen disfrutando de la vivienda en verano, comentan desde la agencia.

En la web www.idelista.com destacan que la vivienda que se encuentra a la venta se distribuye en  cuatro plantas y tiene 288 metros cuadrados construidos en una parcela de 96 metros cuadrados. Pero el palacio completo está cerca de los 3.000 metros cuadrados construidos. A pesa de lo recurrente que podría resultar vivir en un palacio, inmuebles como este y otras viviendas de la zona no encuentran comprador. 

«En pueblos como Velamazán, Berlanga de Duero o Matamala no tienen salida. Lo que más tiene salida en estos momentos es Almazán y son inmuebles destinados a primera residencia», insisten los agentes inmobiliarios de Vivacity, que hablan, no obstante de agún caso «muy puntual» de adquisición de vivienda en la zona como segunda residencia, por lo que no cabe decir que la gente esté yendo a Almazán. «El año pasado vendí dos pisos a dos personas de Madrid que estaban buscando una segunda residencia en Almazán, y sin tener nada que ver con Almazán, cosa que me chocó mucho», comentan desde la inmobiliaria adnamantina. 

Según apunta el portal inmobiliario Fotocasa, madrileños y catalanes son los que más demandan segunda residencia para comprar. En 2019 en España el interés por la compra de vivienda cayó levemente con respoecto al año anterior. El perfil del comprador de segunda residencia, destacan, es un hombre de 47 años y de clase social media alta. No obstante, en Almazán hay mucha vivienda vacía que tampoco se alquila.