El fenómeno natural de la berrea está a punto de finalizar, confirma el celador de Medio Ambiente del Cuartel III de Almarza, en la Reserva Regional de Caza de Urbión, Juan Carlos Gil. En la provincia de Soria hay lugares excepcionales para contemplar este ritual de apareamiento de los ciervos, en las sierras de Urbión y Cebollera y en la zona de Santa Inés. Eso sí, para presenciar la pugna de los machos para cubrir a las hembras hay que seguir unas recomendaciones y no invadir su espacio e interrumpirlos.
El celador comenta que en la Dehesa de Almarza y San Andrés de Soria se puede ver y escuchar de cerca y son muchas personas se acercan hasta allí para poder admirarlo, atraídos por la curiosidad. «Cuando estamos en los recechos hay que avisar a la gente y restringir la entrada, pero es todo compatible porque cuando no vamos con cazadores da gusto ver a tanta gente. Es una atracción», comenta, «es un espectáculo verlos y si se sabe hacer se puede estar muy cerca de ellos».
Ahora la berrea ya está acabando, puede que sea porque hay suficiente agua, ya que cuando llueve menos se alarga. En cuanto a las mejores horas para verla, es por la mañana, cuando amanece, y también al atardecer. «A primera hora es mejor porque tienes el día por delante y por la tardeson solo dos horas», por lo que para el próximo año habrá que tomar nota de estos horarios. El celador indica que «hay días mejores para presenciar la berrea, sobre todo los que ha llovido, cuando pueden llegar a verse 12 ejemplares en una mañana». Además de los lugares ya apuntados, como Urbión, Cebollera, Santa Inés y los alrededores de Almarza, Juan Carlos Gil apunta que Montenegro de Cameros también es un punto interesante, ya que «se ven muy bien en monte abierto». En general, todo el norte de la provincia, Almarza, San Andrés, Tera, La Póveda, Barriomartín...
En la berrea, los ciervos pelean por la hembra, que en primavera tendrá a sus crías, según el ciclo natural.
El celador insiste en las características de los ciervos que se crían en Urbión, que apuntan a que dentro de seis o siete años serán «muy buenos ejemplares» porque hay «muy buena proyección». Debido a la sarna, se está intentando «cuidar» a los ciervos, abatiendo menos animales en los últimos cinco y seis años para que se recuperen, aunque todavía se ve algún ejemplar infectado. Pide a los que acuden a los montes en septiembre y octubre a presenciar la berrea, que «no se acerquen y no molesten y ahuyenten a los animales», ya que se interrumpe su ritual de reproducción.
asiduos. En la reserva hay muchas personas que se dan cita en esta época del año con motivo de la berrea, tanto fotógrafos y amantes de la naturaleza ocmo aficionados a la caza. Un asiduo a la berrea es José Manzano, quien apunta que «prácticamente ya ha finalizado». A su parecer, «este año ha sido flojo» porque él vive en un pueblo (Espejo de Tera) y no los ha oído tanto como otros años. Los primeros que contempló a finales de septiembre eran ejemplares grandes, mientras que los que pueden verse estos días son de menor tamaño, porque está concluyendo. Así que, «son los ciclos de los animales, ya se han juntado y han hecho lo que tenían que hacer...».
Manzano está indignado porque asegura haber visto gente «molestando a los animales». «Hay que entrar a favor del aire, porque si las ciervas huelen a humano salen corriendo. Hay que ir mimetizado y no molestar», insiste. «El que entre para ver, no para escuchar, que se puede hacer desde más lejos, debe hacerlo con conocimiento y respetar a los animales. Hay que dejarles que continúen con su ciclo vital», añade Manzano, gran experto en estos animales.
Él no es partidario de que se pueda masificar este fenómeno natural que cada día atrae a más visitantes a tierras sorianas. Además, indica que siempre se debe pedir permiso para «entrar» a la guardería de la reserva. Hay muchas más zonas en la provincia para presenciar la berrea, sin olvidar la comarca de Almazán y Tierras Altas.