Cada segundo se tiran en el mundo más de 50 toneladas de comida. Puede que no le resulte muy impactante pero, ¿qué hay si le dijéramos que cada diez minutos muere un niño de hambre en Yemen? El desperdicio de alimentos no tiene solo un impacto social sino que también implica pérdidas de dinero enormes, despilfarro de energías y medios de producción y tiene un impacto más que negativo en el medio ambiente.
Entre todo este desastre y bajo el lema de #Lacomidanosetira nació en 2016 la aplicación Too Good To Go (Demasiado bueno para irse), pensada para que, entre otros, restaurantes, hoteles, panaderías o incluso floristerías puedan vender su excedente diario a través de ‘packs sorpresa’ que los usuarios adquieren a precio reducido. «Nuestra principal misión es luchar contra el desperdicio de alimentos en todos los sentidos», explica Carlos García, responsable de prensa de la compañía. «Por un lado ayudamos a establecimientos y productores a darle salida a su excedente conectándolos con usuarios dispuestos a salvar esos alimentos y por otro intentamos concienciar, inspirar y empoderar a toda la sociedad en esta gran lucha contra el desperdicio».
La aplicación, de origen holandés, está presente en EEUU y en 14 países de la Unión Europea, donde acumula más de 35 millones de usuarios y más de 80.000 establecimientos asociados, habiendo salvado unos de 68 millones de packs de comida en apenas 5 años. Llegaron a España en septiembre de 2018 y cuentan ya con 8000 establecimientos adheridos, dos de los cuales se encuentran en Soria: los dos establecimientos que la cadena de supermercados Alcampo tiene en la ciudad.
ALCAMPO, PIONERO. De momento, Alcampo es el único establecimiento que se ha unido a la causa en Soria. La cadena colabora con la app a través de todos los locales que tiene en nuestro país y, tal como cuenta Cristina Joven, responsable de Relaciones Externas y RSC de la compañía, la acogida está siendo buenísima: «La gente está muy atenta, los usuarios se fidelizan rápidamente y en Soria lo estamos viendo. Hay que madrugar mucho para asegurar nuestros packs porque vuelan. Conocimos la iniciativa hace dos años y nos pareció muy innovadora y enriquecedora por toda esa labor de sensibilización que lleva a cabo. Esperamos que pronto vaya calando y se sumen otras empresas».
Para convertirnos en salvadores de alimentos, simplemente tenemos que descargar la app de Too Good To Go en nuestro smartphone y consultar qué establecimientos están adheridos. En el caso de que tengan packs disponibles, podremos reservar el nuestro y pagarlo desde la propia aplicación. Cada establecimiento nos indicará el horario en el que podemos pasar a recogerlo y, una vez allí, simplemente deberemos indicarle nuestro nombre y código de reserva a la persona correspondiente. ¿Lo mejor? El contenido de los packs es sorpresa, aunque en la descripción encontraremos datos orientativos siempre dentro del tipo de productos que venden en el comercio elegido. «Algunos de los productos que incluyen son próximos a caducidad pero que están en perfecto estado. Buscamos vender los productos con el máximo de vida útil para que el consumidor pueda almacenarlos lo máximo posible», indica Cristina Joven.
En el caso de Alcampo, al recoger el pack que habíamos reservado encontramos dos bandejas de lomo fresco, filetes de añojo y costillas de cerdo...y todo por 3.99, un tercio del valor real de estos alimentos. Esta rebaja de precio, explica Carlos García, es otra de las características de la aplicación y un aliciente más para intentar que esa comida no vaya a la basura.
¿CÓMO ME adhiero? Cualquier local interesado solo tiene que rellenar un sencillo formulario en la web toogoodtogo.es y el equipo de la app se pondrá en contacto con él.
«Como todos, Soria también tiene comercios que al final del día se ven con el problema del excedente de comida, y Too Good To Go podría ser la solución para darle salida. Conseguimos que ganen las dos partes y que la ciudad luche contra el desperdicio, demostrando ese compromiso tanto de los establecimientos como de los habitantes contra un problema tan grande como este», concluye Carlos García.