100 licencias para usar armas en Soria al año

Nuria Zaragoza
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Los agentes de la Unidad de Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de Soria realizan cuatro exámenes al año para la concesión de nuevas licencias. Se presentan 20-25 personas en cada promoción

100 licencias para usar armas en Soria al año - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Quién tiene un arma en Soria? ¿Y por qué? ¿Cómo se controla su tenencia? ¿Qué se hace con las armas que se incautan en un robo? ¿O en casa de un acusado de violencia de género? ¿O en una operación policial? ¿Y con las que se heredan? ¿Cómo se controlan los explosivos que se utilizan en una mina, en una cantera, en una obra pública... ? ¿Y la venta de cohetes y petardos?  La Unidad de Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil se encarga de dar respuesta a estas preguntas, y a alguna más. Se trata de un servicio que vela por garantizar la seguridad ciudadana ejerciendo el control sobre instrumentos de alta peligrosidad como son las armas y su correspondiente cartuchería, los explosivos y, también, los artículos pirotécnicos. 

Un equipo integrado en estos momentos por seis personas en la Comandancia Soria, al que se suman dos agentes más en Almazán y otros dos en El Burgo de Osma asumen este mandato, que incluye cuatro secciones: atención al ciudadano, negociado de licencias, depósito de armas e inspecciones. «Nos encargamos del control administrativo de todas las armas particulares, su uso y su tenencia. También, del control de los explosivos de uso civil», resume el cabo primero José Luis Martínez Merino, jefe interino de Intervención de Armas y Explosivos en la Comandancia de Soria. Cada arma es un expediente. Cada licencia de armas, otro.

Para poder tener un arma de fuego, la legislación española exige tener una licencia específica. Existen cinco tipos:licencia tipo B (pistolas y revólveres), tipo C (armas para vigilancia y guardería), tipo D (armas largas rayadas para caza mayor), tipo E (armas para tiro deportivo y escopetas de caza) y tipo F (armas para uso en campos, polígonos y galerías de tiro), siendo las más comunes en Soria «las relacionadas con la caza» (tipo E y D) y, en segundo lugar, las vinculadas a la práctica deportiva (F). En Soria, se estima que existen entre 8.000 y 9.000 licencias en vigor [una misma persona puede tener varias licencias]. 

Pero, ¿cómo se obtiene una licencia de armas? Es condición indispensable para poder optar a una licencia de armas «tener un informe o certificado de aptitudes psicofísicas aprobado por un centro médico oficial». A partir de ahí, cuando se obtiene el permiso por primera vez, es necesario también superar un examen «que consta de una parte teórica y otra práctica», que consiste en un ejercicio en un campo de tiro «donde se valora el manejo del arma, los disparos en un diana... y, sobre todo, se prima la seguridad», recalca el cabo primero.  Tras el examen, se realiza expediente donde se investigan los antecedentes penales, policiales, de conducta... del aspirante. Si está todo correcto, el jefe de la Comandancia tiene la capacidad legal de otorgar la licencia de armas por cinco años ya que, superado ese plazo, se deberá renovar. 

Al año se hacen en Soria cuatro exámenes, con «una media de entre 20 y 25 aspirantes en cada prueba», especifica el responsable de Intervención, quien calcula que cada año se conceden en la provincia «entre 80 y 100 licencias nuevas de armas, incluida la autorización especial de menores», destinada a jóvenes de 14 a 18 años y supeditada a que ese menor siempre vaya acompañado de un tutor que tenga licencia de armas. 

Existe un perfil muy marcado en Soria de las personas que solicitan tener permiso de armas. «Hijos, nietos... de cazadores y, en un porcentaje menor, gente aficionada al tiro al plato». Dominan los hombres, aunque cada vez hay más mujeres. En la última convocatoria, ejemplifica Martínez Merino, se presentaron 24 aspirantes y cuatro eran mujeres. 

Una vez se dispone de licencia, se debe renovar cada cinco años, para lo que es necesario «un estudio del expediente personal y, sobre todo, el informe médico». «Si una persona no tiene capacidad física o psíquica de tener un arma, nos lo indica un médico y no se concede», garantiza el cabo primero de la Guardia Civil, quien insiste en que, ante todo, «prima la seguridad». Cada año se llevan a cabo unas 1.400 renovaciones de licencias tipo D y 1.600 de tipo E.

TITULARIDAD DEL ARMA. La licencia de armas es la autorización administrativa que da potestad al uso y la tenencia de un arma pero, cuando se tiene una en posesión, es obligatorio informar a la Comandancia de la Guardia Civil y hacer también el control reglamentario. La transferencia de armas se puede hacer por dos vías: entre particulares que compran/venden un arma, o por adquisición de una armería. «Vienen las dos personas, el titular anterior y el que la quiere adquirir, y se hace una recogida de datos, pagan unas tasas y automáticamente en el Registro Nacional de Armas cambiamos el arma de nombre», explica sobre el proceso. Sea como sea, exige también la apertura de un expediente y, en el caso de un arma larga rayada, «es necesario además la licencia tipo D y tener un armero homologado para la custodia del arma en el domicilio», matiza. 

El documento que ampara la tenencias es la guía de pertenencia, una especie de tarjeta de crédito donde aparecen recogidos tanto los datos del arma como del titular de la misma. 

En Soria, al mismo tiempo que se procede a la renovación de licencia (cada cinco años) se hace también una revista de armas. «Comprobamos todas las armas que tiene la persona a su nombre y se las revistamos. Viéndolas físicamente y viendo la guía de pertenencia, se comprueba que coincide, que no ha tenido modificación... Si todo esta en orden, se procede a la renovación, que valdría para otros cinco años», apunta. 

Hay una excepción en todos estos casos, a partir de los 67 años (con la modificación del Reglamento de Armas que entró en vigor el 4 de diciembre del año pasado), la persona debe pasar un reconocimiento psicotécnico cada tres años. 

350 armas en el DEPÓSITO. Si el arma y la licencia están en regla, queda en manos de su titular con normalidad pero, avisa el cabo primero, «toda arma de curso legal que no tengan autorización en regla, debe ser depositada en la Guardia Civil». 

Hay un depósito de armas en la Comandancia donde actualmente hay «unas 350 armas». Allí se remiten armas, básicamente, por cuestiones administrativas, judiciales o particulares. Por ejemplo, «cuando se caduca la licencia de armas, cuando el titular no ha pasado el reconocimiento médico... Hasta que el particular resuelve el proceso administrativo, las armas están depositadas aquí», concreta. 

La propia aplicación informática con la que trabajan en la Unidad avisa al titular de que se le va a caducar la licencia. Desde la semana pasada, ese sistema de aviso ha cambiado y  llega por mensaje SMS o por correo (antes se mandaban cartas certificadas). No obstante, dada la casuística de Soria con «zonas sin cobertura y mucha gente mayor», «cuando se acerca la fecha y vemos que no ha pedido cita previa, intentamos contactar». 

En cuanto a la vía administrativa o judicial, ejemplifica, llegan al depósito las armas de «una persona que comete una infracción grave a la Ley de Caza y se le propone para sanción. Se le decomisa el arma y queda aquí hasta que esa persona abona la sanción». Y en la vía judicial, «cuando hay un problema delictivo (amenazas, delito de lesiones, violencia de género...). A través del Juzgado, si esa persona tiene armas a su nombre, se le retiran y se quedan en el depósito a disposición judicial hasta que el juez dictamine». En estos momentos, de las 350 armas en depósito, «unas 150-160 son por cuestiones judiciales», concreta el jefe de la Unidad. Cabe recordar que hay otras dos intervenciones de armas en Almazán y en El Burgo.