La vieja cantina de El Cañuelo en clave cultural

Ana I. Pérez Marina
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El Cielo Gira, ubicado en el espacio de hostelería de la estación, encara desde primavera una nueva etapa con la intención de convertirse en un espacio de referencia

La vieja cantina de El Cañuelo en clave cultural - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

Ha pasado más de medio siglo desde que Omar Sharif, Julie Christie y Geraldine Chaplin recorrieran los rincones de la estación del Cañuelo a las órdenes de David Lean. El rodaje mítico de Doctor Zhivago puso a Soria en el mapa del mundo teniendo en cuenta que Candilichera y el campo de Gómara se transformaron en Varykino, el Moncayo se veía como los Urales, y el pantano de la Cuerda del Pozo y la estación de la capital soriana fueron Yuriatin. Cosas del séptimo arte. Esa magia cinematográfica, ese encanto de lo ‘retro’ bien encarrilado y mejor cuidado se descubren en lo que fue la cantina de la estación, que ya desde hace unos años lleva por nombre El Cielo Gira, prestado de la película de Mercedes Álvarez rodada en Aldealseñor. Desde el mes de marzo Eduardo Tejedor y Coro Omeñaca han tomado las riendas de este lugar, que se ha convertido en una referencia cultural y artística de la ciudad.  

Dijo Pancho Varona durante el concierto que ofreció en la nave de El Cielo Gira a mediados de septiembre que este sitio estaba en el «top ten» de las salas en las que había actuado. No hay motivos para contradecir a uno de los mejores músicos de todos los tiempos. Este concierto, el de Varona, fue sin duda un punto de inflexión para el rumbo que ha encarado este establecimiento. «Estamos intentando que sea un espacio vivo, que no solo se quede en la música y en los conciertos de rock and roll, que es lo más visible. Estamos abriéndonos a más cosas», confiesa Eduardo Tejedor.

La cultura ferroviaria forma parte del adn de la ciudad. Y esa esencia no se pierde al entrar en el renovado bar-restaurante, decorado con muebles y piezas que hoy definimos como ‘vintage’. Con gusto. Pequeños cuadros exhiben fotografías de lo que fue la estación, del rodaje de Doctor Zhivago y, como no podía ser de otra forma, de la vieja cantina con su barra embaldosada en forma de ‘ele’ que estuvo cerrada durante 25 años.

«El alquiler que nos pasa Adif es justo para el espacio que es», asegura  el promotor del local, que reitera la apuesta que Coro y él han realizado es para que sea un lugar «abierto», en el que tienen cabida todos los géneros artísticos. «Las actividades que realizamos son gratuitas», advierte. Este noviembre también será uno de los escenarios del Certamen Internacional de Cortos Ciudad de Soria con proyecciones, una exposición de arte cubano y un concierto de Las chicas de La Habana, adelantan.

«La nave fue también una apuesta para salirnos de la peligrosidad del andén, porque necesitábamos un sitio más amplio para los conciertos. Tiene un encantazo brutal, con los dos vagones delante», comenta. Uno de ellos es el que acoge el museo de Asoaf (Asociación Soriana de Amigos del Ferrocarril).

«Es pronto para pensar en ampliaciones, estamos encauzando el proyecto de la nave, con lo que implica poner en marcha un espacio como este», admiten. Lo más relevante para ellos es que El Cielo Gira se consolide como un área tanto para artistas como para los amantes de la cultura (y de la buena música).