De momento, no habrá cambios para obtener el carnet de conducir. Ni en la formación ni tampoco en los exámenes. Aunque el 1 de julio era la fecha prevista inicialmente en el borrador del Real Decreto que había preparado la Dirección General de Tráfico (DGT) por el que se modificaba el Reglamento General de Conductores, el Gobierno ha decidido dejar los cambios en punto muerto y emplazar cualquier decisión al nuevo Ejecutivo.
La DGT ha querido zanjar la polémica y, a través de un comunicado, ha informado de que «en el mes de julio no se producirá ningún cambio que afecte a la obtención del carné de conducir, por tanto, no va a ser más difícil ni más costoso sacarse el permiso que autoriza a conducir», como habían alertado desde diferentes sectores y medios.
«La modificación de la normativa prevista en relación a la obtención de los permisos de conducir se encuentra paralizada», confirman desde la Jefatura Provincial de Tráfico, al tiempo que ofrecen los datos de expedición acumulados en Soria, y donde se observa un incremento notable en lo que va de año.
En concreto, entre enero y mayo 432 personas han conseguido el carnet de conducir en la provincia. Son casi un 42% más que el pasado año en el mismo periodo, si bien es cierto que 2018 fue un año de cierta complejidad en el sector por la huelga de examinadores que había anunciada y que, evidentemente, también tuvo su efecto. Por ello, tomamos como referencia los dos años anteriores (2015 y 2016). Entonces, la media de expedición de carnés en los cinco primeros meses del año fue de 345 en Soria. Así las cosas, el incremento de este año respecto de un ejercicio ‘normal’ rondaría el 25%.
Desde la Asociación Provincial de Autoescuelas de Soria (APASO) reconocen que no hay una explicación estudiada en estos momentos para explicar ese incremento. Su presidente, Andoni Martín Lázaro, apunta que puede deberse a una cuestión generacional -«hay quintas algo más numerosas»-, o quizá a una contingencia mayor de inmigración, si bien insiste en que desde la agrupación no se ha analizado la situación al detalle.
En cuanto a los cambios que había previstos para la obtención del carnet de conducir para este mes y que finalmente no han entrado en vigor, Martín elude entrar en consideraciones políticas, si bien recuerda que desde el sector ya se lleva tiempo trabajando y analizando la idoneidad de modificar el modelo formativo, que ha quedado «obsoleto», advierte. «Es necesario que la formación de los conductores del año 2020 se haga de acuerdo a un modelo del siglo XXI y no con un modelo que surge de los años 60-70 y que se ha ido adaptando en cuestiones básicamente de contenido, pero nada más», aprecia el portavoz de las autoescuelas sorianas. Y en este sentido, especifica, «los únicos cambios que se han hecho es que, donde antes ponía límite de velocidad 100 kilómetros por hora, ahora pone 90, pero básicamente no ha habido más cambios. ¿Esa es la única mejora del modelo?», se cuestiona, al tiempo que considera que «no es suficiente» y urge que «la formación se adapte a la realidad». «Difícilmente vamos a preparar a conductores bien formados y seguros si no hay buen modelo», sentencia.
Sobre la posibilidad de incorporar ciclos formativos obligatorios, como proponía la modificación del reglamento que el Gobierno puso sobre la mesa (ocho horas teóricas para todos los aspirantes), el presidente de APASO recuerda que en la Confederación Nacional de Autoescuelas ya se ha estudiado el tema en algunas comisiones específicas. «Yo trabajo en dos comisiones de la Confederación y en una de ellas empezamos a realizar un trabajo hace aproximadamente tres años donde pretendíamos comprobar qué ocurre con el tema de la formación obligatoria en otros países del entorno. Desde la DGT siempre se aludía a que hacer ciclos formativos obligatorios no era viable y, en nuestra opinión, era extraño porque la propia DGT tiene algunos cursos de presencia obligatoria, como por ejemplo los de mercancías peligrosas, y, también, algunos otros que no dependen directamente de la DGT, como el CAP (aptitud profesional)», rememora. El estudio realizado por la Confederación reveló que «en Europa, en prácticamente todos los países, tienen ciclos formativos obligatorios». Y los que no lo tienen, que básicamente son los británicos y los holandeses, es porque allí «los examinadores tienen ratios de cinco-seis alumnos, mientras que aquí son doce, y allí los exámenes duran una hora larga (aquí 25 minutos), de modo que los alumnos necesitan más formación (por encima 60 clases) para superar los exámenes, que son más duros».
A partir de ahí, desde la Confederación se puso el asunto en manos del Instituto de Investigación en Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS), dependiente de la Universidad de Valencia, para que realizara «un estudio en profundidad al respecto». En el mismo quedó patente, siguiendo «estudios de expertos en seguridad vial» que «nuestro modelo formativo tiene claras lagunas, es obsoleto y está basado en las habilidades». «Sobre ese trabajo, Tráfico planteó los ciclos de presencia obligatoria de ocho horas, donde en vez de centrarnos en contenido, nos centramos en sensibilización y concienciación», explica Martín para justificar la idoneidad de variaciones en el modelo.
FORMACIÓN OBLIGATORIA. El borrador de Real Decreto que modificaba las condiciones de la formación y de los exámenes recogía la necesidad de imponer una formación obligatoria teórica presencial de ocho horas para todos los aspirantes a conductores para poder presentarse a examen, además de una formación presencial obligatoria de entre dos y seis horas (dependiendo del tipo de carné) para quienes quisieran obtener un permiso diferente al A o al B.
EXÁMENES. El tiempo del examen podría ampliarse al incorporar vídeos que acompañasen a las preguntas. Los errores cometidos no podrían exceder el 10% de las preguntas. Plazos mínimos para poder presentarse a más de una convocatoria, además de indicar que, por cada no apto, el alumno debería recibir cinco clases de conducir para poder presentarse de nuevo.