Apuesta para reabrir La Reserva de San Leonardo

Nuria Zaragoza
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Grupo Inmobiliario Turístico comienza las labores de limpieza en el emblemático hotel de Pinares,cerrado desde 2013. En espera del trámite legal, el objetivo es invertir dos millones

Apuesta para reabrir La Reserva - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

El hotel La Reserva de San Leonardo de Yagüe emprende su segunda vida. Tras siete años cerrado al público y siendo objetivo de los ladrones y los vándalos, el que fuera uno de los establecimientos hoteleros de referencia de la provincia ha comenzado su proceso de recuperación y reapertura. 

Detrás de este ‘renacer’ está Grupo Inmobiliario Turístico, una compañía de calado internacional que pretende invertir cerca de dos millones de euros en la restauración del complejo soriano para ponerlo en uso progresivamente en un plazo de año y medio. Julián Ramírez, presidente de la compañía promotora, recibe a El Día de Soria en La Reserva para mostrar los primeros avances del proyecto. Hace apenas unos meses que este periódico cursó una visita al lugar (en diciembre de 2019). Entonces, el estado de abandono era total. Hoy el cambio es evidente, al menos en el edificio central. Donde los amigos de lo ajeno se encargaron de poner escombros, destrucción y ruina, ahora hay orden y limpieza. Queda trabajo por hacer -mucho- pero ahora, de nuevo, se atisba el potencial de un lugar único.

estructura «salvable». Cuatro edificios principales, además de varios secundarios, configuran este establecimiento hotelero que ocupa 33.000 metros cuadrados (11.000 construidos)en plena naturaleza. «La estructura está muy dañada pero es salvable», anuncia Ramírez, de modo que el objetivo es mantener el diseño original y, sobre este, renovar «el 75% restante», es decir, instalaciones, equipamiento... Todo para poner en marcha un establecimiento de calidad que permita «recuperar las cuatro estrellas» , avanza, al tiempo que confirma que la idea es mantener el nombre de La Reserva. 

Apuesta para reabrir La ReservaApuesta para reabrir La Reserva - Foto: Eugenio Gutierrez MEl proyecto se desarrollará de forma progresiva y la primera actuación será en el edificio central, donde se localiza la cafetería, restaurante, área de convenciones y quince suites. Ahí es precisamente donde ya han comenzado los trabajos de limpieza y desescombro. Su recuperación supondrá una inversión que ronda el medio millón de euros, aventura el promotor. Los dos edificios laterales, dedicados íntegramente a área residencial, abrirán en una segunda etapa y permitirán alcanzar las 96 habitaciones. El proyecto incluye también la recuperación del cuarto edificio, que retomará su uso original como cuadras y pretende ser uno de los reclamos del complejo.

plazos. «Queremos poner en operación el restaurante y la cafetería tan pronto como legalmente sea posible. La idea es que la gente no piense que esto está abandonado y que, quien pase, tenga un sitio donde tomar algo o comer. Que se vea actividad humana y frenar ese sentido que tiene ahora esto de abandonado», indica el presidente de Grupo Inmobiliario Turístico. De momento, elude concretar la fecha de apertura, máxime cuando los plazos no recaen en sus manos. 

La crisis provocada por el coronavirus ha ocasionado la primera demora, ya que entraron en febrero al edificio a trabajar pero en marzo se vieron sorprendidos por la pandemia. El principal escollo para poder avanzar, no obstante, no está ahí, sino en el trámite administrativo necesario para poder disponer del inmueble. 

Cabe recordar que el complejo fue construido por la iniciativa privada sobre un monte de utilidad pública. Tras cerrar en 2013 al entrar la propiedad en proceso concursal, se inició un largo proceso judicial y administrativo que concluyó hace unos meses, a finales de 2019, cuando el complejo pasó a ser titularidad del Ayuntamiento de San Leonardo como propietario del terreno [que gestiona no obstante la Junta al ser MUP].

tramitación pendiente. La idea municipal es sacar su explotación a licitación pública «tan pronto como sea posible», asegura la alcaldesa de la localidad, Belinda Peñalba, si bien el Consistorio todavía está pendiente de algunas gestiones. En concreto, está tramitando la «descatalogación del monte público» para poder disponer «del edificio y del terreno en bloque», especifica la regidora. 

El proceso está ya en la Junta pero, admite Peñalba, por lo que «los tiempos no dependen del Ayuntamiento», sino de la administración autonómica. Una vez resuelto este punto, el asunto se llevará a Pleno y se acordará el modelo de explotación, repara la regidora, que admite que para la Corporación es una satisfacción que haya alguien interesado en «dar vida al complejo y generar empleo en la zona». 

Desde la Junta concretan que está en curso el proceso de desafectación de la parcela donde se ubica el hotel del monte de utilidad pública y confirman que ya ha concluido el periodo de exposición pública, por lo que ahora corresponde al Servicio Territorial hacer una propuesta, que elevará a la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, a quien corresponde resolver. Este proceso, aventuran desde la Delegación Territorial de la Junta, se podría resolver antes del otoño. 

El promotor agradece la «buena disponibilidad» y el interés que en todo momento ha encontrado en el Ayuntamiento de San Leonardo e insiste en respetar los plazos y procedimientos. No obstante, su compromiso con esta iniciativa es tan «firme» que ha decidido comenzar a trabajar e invertir en el inmueble, incluso antes de tener la garantía de que será el adjudicatario. «Dependemos de que legalmente se den los plazos para poder adjudicar el complejo. Mientras esto se resuelve, propusimos al Ayuntamiento que nos permitiera proteger el edificio. Hemos apostado por gastar en personal y empezar a limpiar, aunque no se llegue a nada, porque estamos comprometidos en sacar esto adelante y consideramos que cuesta más recuperar que preservar lo que hay», justifica. Para poder comenzar con estos trabajos, la compañía promotora firmó en febrero un contrato inicial con el Consistorio pinariego que se basa en «control, policía (seguridad en el complejo) y limpieza».

«Competiremos con los posibles otros interesados que haya pero nosotros estamos muy interesados en volver a enderezar la Reserva en San Leonardo y, por ello, hemos llegado a este acuerdo con el Ayuntamiento para frenar la devaluación del edificio. Hay que respetar los procesos públicos pero nuestro compromiso es tan firme que, incluso siendo conscientes de que el proyecto puede recaer en otros, hemos empezado a trabajar para que no se deteriore más y que no haya más robos», añade al respecto.

proyecto «bonito». La decisión de invertir en una fase tan inicial es una de las pruebas más evidentes del compromiso de la compañía con La Reserva, un proyecto donde, reconoce Ramírez, les mueve más el corazón y la «afección» emocional que los números. De raíces familiares sorianas y enamorado de esta tierra, admite que su apuesta va más allá de los negocios y es el reto de conseguir dar vida a un «proyecto bonito» en una tierra que llora por su despoblación pero que «tiene oportunidades». «Obviamente la motivación económica está, pero buscamos proyectos que nos motiven. La rentabilidad no es el objetivo, la rentabilidad viene por hacer las cosas bien y es a largo plazo. La cultura del pelotazo pasó», aduce.

Asume de hecho que inicialmente operarán «a pérdidas», conscientes de que «es un proyecto a largo plazo». «Esta propiedad en el primer año de operación facturará 800.000 euros aproximadamente. Tendrá una media de 33 personas en plantilla, lo que supone unos costes que no dejarán mucho margen. El margen llega cuando esté consolidado y estén las 96 habitaciones operando», confía tras haber analizado al detalle la viabilidad del proyecto y estudiar con delicadeza por qué fracasó en su fase inicial. «La gente que hizo esto sabían y conocían el negocio, pero falló porque crearon producto sin soporte económico. Cuando empezaron a operar no tenían la capitalización suficiente y fueron arrastrando la situación hasta la crisis de 2008 «, considera. 

«afección» con soria. Este tipo de negocios no es la seña de identidad de su empresa, vinculada a resort de playa en México y a ambiciosos proyectos inmobiliarios en diferentes países. No obstante, tampoco es algo desconocido para él. Se introdujo en el mercado español de hostelería interior hace unos años tras adquirir, junto con su socio español, cinco hoteles en Aranda (que suponen la mitad de las plazas hoteleras en el municipio). Además, es propietario de la Real Posada de la Mesta, en Molinos de Duero. Fue precisamente en un viaje entre Molinos y Aranda cuando ‘descubrió’ La Reserva y nació su interés por esta propiedad, recuerda al ser cuestionado sobre el origen de todo esto.

motor de la zona. El proyecto surge con el objetivo de recuperar una instalación hotelera emblemática pero será sin duda también un centro de actividad económica y motor de empleo en San Leonardo y la comarca. «En temporada baja y con un hotel de estas características (hay que tener en cuenta la temporalidad por el frío invierno) contaremos con 25 empleos y, en temporada alta, entre 45 y 60», anuncia el presidente del grupo promotor. 

El inversor es plenamente consciente de que el mercado de La Reserva no es local sino que está en «Madrid y País Vasco, principalmente». Por ello, su meta es ofrecer una propuesta hotelera que se complemente a lo largo del año. 

Además del tirón de la gastronomía de calidad, aprovechando la proximidad de La Lobita, tratarán de explotar los recursos endógenos de la zona, como la micología y la caza durante la temporada. Se plantean también «buscar un mercado corporativo (seminarios y grupos) para la semana», aprovechando los amplios salones de los que disponen y, para el fin de semana, trabajarán hacia un mercado de «familias y actividades de recreo» como puede ser el turismo vinculado a los caballos, campamentos musicales... «Queremos ser creativos buscando actividades que pueden ser ‘marginales’ pero muy interesantes. Nuestra gente de marketing y comercialización buscará ese tipo de actividades menos comunes», anuncia. 

Así nace un proyecto ambicioso que parte «de cero» con el objetivo de emprender de nuevo el camino, y crecer. Será un proceso «lento» pero «seguro», garantiza el promotor.