A las seis de la tarde como marca la tradición empezaba puntual el festejo en cada una de las 12 cuadrillas. La lectura del acta del Catapan servía para dar comienzo a la fiesta a partir de ahí toda la tarde queda en manos de los subastadores cuya pericia y picardia consigue que las pujas vaya subiendo y la tarde se vaya animando