Incendio de Barcebalejo: "Fue un día angustioso y triste"

Fernando Orte
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El agente medioambiental Jesús Andaluz recuerda el incendio de Barcebalejo en su quinto aniversario y con los trabajos de reforestación finalizados

"Fue un día angustioso y triste"

Cinco años después, ya han finalizado las labores de reforestación del mayor incendio de los últimos años en la provincia de Soria. Ocurrió un 28 de julio de 2015 en Barcebalejo. Las chispas de una cosechadora originaron el fuego en un campo de cultivo a escasos kilómetros de El Burgo de Osma. El viento hizo que las llamas alcanzaran un monte cercano de sabinas y, cuatro días después, el resultado fuera casi 570 hectáreas calcinadas.

Las llamas avanzaron con virulencia, 7 kilómetros en apenas 6 horas, llegando a cortar la N-122. Un incendio que mantuvo en vilo a toda una comarca. "Las personas eran lo más importante, salvaguardar la seguridad y la integridad de las personas, fundamentalmente de los núcleos de Valdenarros, Santiuste y Torralba que, en función de la dirección del viento, eran los más afectados hipotéticamente", recuerda Jesús Alonso, alcalde de El Burgo de Osma el día que ocurrió el incendio.

El peine de una cosechadora estuvo detrás del fuego que arrasó tres montes; las piñas actuaron como auténticos proyectiles volando hasta quinientos metros, según recuerda Jesús Andaluz, agente medioambiental. "Fue un día angustioso y triste, nos marcó un antes y un después en estos montes"

Cinco años después el panorama es otro. Toda la superficie quemada recupera poco a poco la vida, tras los trabajos de recuperación, en los que se han empleado especies autóctonas que había antes del incendio, como la sabina. Se han plantado en torno a medio millón de árboles, incluidas varias especies de pino.

Un desastre medioambiental, con unos daños económicos valorados en casi 2 millones y medio de euros.