El proyecto de selección de material vegetal de Vitis Navarra en Zayas de Bascones, denominado ahora finca Basajaun Domain, avanza a buen ritmo porque ya se han construido las dos naves que comenzarán a funcionar en enero y cuya finalidad es procesar las plantas cultivadas previsiblemente el próximo invierno. Julián Ramos, director técnico de esta iniciativa del prestigioso viñedo, apunta que El nombre de Basajaun, personaje de la mitología vasca y aragonesa que simboliza el señor del bosque se ha escogido por ese sentido de «guardián del material vegetal»; y Domain, que es dominio en latín, refleja esa unión entre el euskera y el latín castellano.
Sobre la actividad que va a desarrollar esta empresa navarra en Soria, se han plantado ya 60 hectáreas de material vegetal de 'vitis americana' para la producción de 3,5 millones de estaca al año y 60 hectáreas de 'vitis vinífera' para producción de 5 millones de yemas al año. «Las naves servirán para procesar esas estacas, cortarla, limpiarla y desyemarla; y taquear las yemas para hacer yemas unitarias. Es decir, la actividad consistirá en limpiar planta», explica. Se prepararán fardos de 200 estacas listas para su injertación, en principio en Navarra, pero se cuenta con una cámara que está preparada también para hacer el proceso se callogénesis, para lo que se necesita una temperatura de más de 20 grados con el objetivo de que se suelde la planta», juntando la 'vitis vinífera', que es la variedad, con la 'vitis americana', que es la estaca, «lo que es el sistema radicular».
objetivos. Lo que queda del proyecto es plantar entre 2022 y 2023 otras 60 hectáreas de viña, en principio para la producción de uva. Sin embargo, lo más relevante es el material vegetal. «El punto culmen será hacer una bodega de microvinificación para caracterizar clones y variedades a nivel enológico, porque a nivel agronómico ya se puede caracterizar porque ya está plantado», añade el experto. La finca «guardará» todo el material vegetal actual y futuro, «estamos haciendo bancos de germoplasma de recopilaciones de biotipos (clones) de las diferentes variedades autóctonas españolas». En concreto, ya están plantados 1.600 biotipos libres de virus de tempranillo de la Ribera del Duero de 70 pueblos.
«Eso serán futuros biotipos para adaptarnos a las posibilidades o a los cambios climáticos. O buscar más acidez o más producción. Podemos tener una variabilidad y seleccionarla porque la tenemos plantada ahí ya en joven. Si se arrancan esos viñedos viejos por reestructuraciones de donde hemos sacado eso, no se pierden», explica incidiendo en la posibilidad de caracterizar y seleccionar material, así como exportarlo a los diferentes viticultores y bodegas. Se seguirán plantando bancos de germoplasma, como de la garnacha de Navarra, el tempranillo de La Rioja, el cariñena de Aragón, el monastrell del Sur...