Después de un periodo de incertidumbre, el futuro del Tardelcuende en la Preferente Castellana está despejado. La iniciativa de la directiva de premiar económicamente a los jugadores en función de los puntos conseguidos, además de evitarles todo tipo de gastos, está dando sus frutos, como se demuestra con las 19 fichas de las que dispone. Al final de la pasada temporada, por distintos motivos, once futbolistas anunciaron que dejaban la disciplina pizorrera. Aunque se mantenía buena parte del bloque, eran demasiados pocos para seguir compitiendo. El empeño de todos está consiguiendo, a falta de más incorporaciones, el objetivo de lograr una plantilla competitiva que consiga además alejar los puestos de descenso. Tardelcuende sigue siendo, de largo, la población más pequeña de la Preferente. Tiene los mismos vecinos censados que socios, 400, lo que da una idea del alto grado de implicación que sigue habiendo con su equipo. Los días de partido, según señala su presidente, Mariano Corredor, "es casi como un día de fiesta en el pueblo". A esto se añade un notable desplazamiento de aficionados en algunos encuentros fuera de la provincia.