La tercera ola golpea duramente a los gimnasios. Si durante la segunda ola algunos pudieron capear el temporal realizando actividades al aire libre, en esta ocasión ven que el panorama cada vez es más difícil. Jesús Corchón, propietario del gimnasio de Las Camaretas, se muestra abatido por la actual situación. "Nos sentimos desprotegidos por todo el mundo. La Administración no toma medidas. Entiendo que nos tengan que cerrar tal y como está la situación, pero debe haber una compensación. Nos tendrían que paralizar los gastos fijos que tenemos. No digo perdonar, sino paralizar. Nos tendrán que echar una mano porque esto es insostenible", afirma.  Corchón tiene previsto abrir una nueva instalación en la capital, en concreto en la calle Eduardo Saavedra. "Es un proyecto en el que tenemos mucha ilusión, pero tal y como están las cosas vemos que nos lo tenemos que pensar", señala. El responsable incide que se ha puesto a los gimnasios en el punto de mira de buena parte de los contagios cuando en realidad, subraya, no es así.