Ya se sabía que se iba, pero la incógnita era saber si lo hacía de forma voluntaria y también su destino. Víctor Martín, tras un largo y sentido acto de despedida, lo ha despejado a medias. En la primera de las cuestiones ha sido claro. "No me echan, me voy". En la segunda ha preferido ser más cauto, aunque ha asegurado que se trata de un reto profesional fuera de Soria con grandes condiciones laborales. El 29 de febrero será su último día en el club. Martín, ante una abarrotada sala de prensa de Los Pajaritos, se ha emocionado en muchos momentos. Ha destacado el gran trabajo realizado en estas dos décadas que ha supuesto que el Numancia sea reconocido en todo el país como símbolo de la rigurosidad en la gestión, la transparencia y la seriedad.