La quinta ola tiene un responsable claro a juicio de la mayor parte de la población española: los jóvenes. De hecho, la han llegado a denominar quinta ola ‘joven’, por el perfil predominante de las personas contagiadas.
En Soria, más del 75% de los nuevos casos diagnosticados en el último mes han sido en personas menores de 40 años. Concretando por franjas de edad, el 7,18% de los nuevos positivos tienen entre cero y nueve años; el 22,7% entre 10 y 19 años; el 31,37% son veinteaneros;el 14,23% treinteañeros;el 9,6% superan la cuarentena hasta los 49 años;el 5,76% tienen entre 50 y 59;el 4,47% entre 60 y 69;el 2,37% entre 70 y 79 años; y el 2,3% son mayores de 80 años.
Nadie ignora ya que el perfil de este quinto rebrote nada tiene que ver con los anteriores, cuando el virus SARS-CoV-2 se cebó entre la población más vulnerable y fue especialmente letal con la población más mayor. No obstante, nadie debería olvidar tampoco que los jóvenes son los únicos que todavía no han sido vacunados y, por tanto, se han convertido en la población diana para un virus que no deja de mutar en buscar de nuevas víctimas.
Las interpretaciones y explicaciones de esta evolución corresponden a la ciencia, pero la sociedad se ha encargado ya de emitir su propia ‘sentencia’ y no ha tenido piedad a la hora de poner a la juventud en el punto de mira. Para ocho de cada diez españoles, las fiestas, viajes, copas en bares de noche, botellones y encuentros de jóvenes son el origen de esta quinta ola.
Desde El Día de Soria hemos querido darles voz a ellos. Escucharles, dejarles hablar, explicarse, expresarse. Porque, quizá, en sus palabras se puede encontrar el origen pero, también, la solución.
En términos generales, la mayoría de los jóvenes sorianos consultados por este medio admiten sentirse en el punto de mira y, aunque entienden que los datos dejan en evidencia que el contagio actualmente tiene rostro joven, piden no generalizar y mirar más allá de los datos. Para empezar porque, recuerdan, son los únicos que quedan por vacunar y, por tanto, son más vulnerables al virus, pero no por decisión propia. De hecho, todos coinciden en reclamar agilidad en la vacunación para que llegue cuanto antes «a todos sin distinción». Y, en este sentido, algunos se muestran descontentos por la lentitud con la que se avanza la inyección. En Soria aún estamos en la franja de 30 a 39, frente a otros que ya están en adolescentes.
Asumen que su forma de sociabilizar supone más contactos, movilidad y actividad pero, insisten, tras un año de restricciones, era «necesario» volver a reencontrarse. Y, en este sentido, piden no poner solo el foco en ellos porque, coinciden todos, se ha bajado la guardia «en general» y, tras el levantamiento de restricciones, no solo se han relajado los jóvenes. De hecho, la mayoría admiten que «conscientemente» no han hecho nada que haya podido facilitar la transmisión del virus aunque, reconocen también, siempre se puede hacer mejor.
La quinta ola ha disparado la incidencia entre los jóvenes, pero el contagio se generaliza ya en todas las edades. El tiempo dará las explicaciones sanitarias pero, a nivel social, ¿qué habrías hecho tú?
(Reportaje completo en la versión impresa)