La zona básica de salud es la delimitación geográfica más elemental que se emplea como referencia para la planificación y organización de la Atención Primaria. En San Leonardo de Yagüe se encuentra el centro de salud que asiste a 4.037 personas que viven repartidas por 13 municipios: Casarejos, Cubilla, Espeja de San Marcelino, Espejón, Herrera de Soria, Hontonria del Pinar, Muriel Viejo, Navaleno, Rabanera del Pinar, San Leonardo de Yagüe, Santa María de las Hoyas, Talveila y Vadillo. Sucesivas reformas se han acometido en el edificio que alberga el centro de salud, situado en pleno centro de la localidad pinariega por la que pasa la  carretera nacional N-234, pero la alcaldesa es consciente de la necesidad de construir un centro de salud nuevo y por ello lo incluyó como una de las prioridades de su mandato. 

Para el consistorio, el dilema está en decidir  si mantiene la actual ubicación, ampliando el terreno con la adquisición de unas parcelas colindantes o, por el contrario, traslada las instalaciones sanitarias a los antiguos terrenos de Puertas Norma, a la entrada del pueblo. 

Teniendo en cuenta los tres informes facilitados por la Gerencia de Salud de Soria, una de las opcines habría quedado descartada en la última reunión que mantuvieron  en el pasado mes de octubre con la delegada territorial de la Junta de Castilla y León, Yolanda de Gregorio. 

A partir de entonces, el Ayuntamiento empezó a estudiar las posibilidades que presentan ambas localizaciones para llevar a cabo un proyecto que pende ahora de que el consistorio se incline por una u otra. «Tenemos que tomar una decisión. Hay discrepancias, porque ambas tienen sus pros y sus contras», manifiesta Belinda Peñalba.

Si finalmente se elige la actual ubicación, sería preciso adquirir unas fincas conexas al edificio en funcionamiento y que están deshabitadas. Los propietarios parecen estar dispuestos a ceder al Ayuntamiento los inmuebles y las escrituras se encuentran en trámites de notaría. «Tendríamos que derribar las viviendas que existen, con lo cual supone un coste para el Ayuntamiento también, y se lo cederíamos a la Junta para que levantase el nuevo centro. Una vez construido, habría que tirar el edificio actual, uno de los más antiguos que tenemos, para hacer el aparcamiento», advierte la alcandesa. Por contra, «la opción de la antigua Norma, sin necesidad de derribar nada, sería una construcción más sencilla, con planta baja y una altura, y por el mismo importe se podría obtener un mejor centro de salud». Además, en la entrada del pueblo la maquinaria pesada no causaría tanto trastorno durante las obras. No obstante, sería necesario urbanizar la zona ya que «no hay agua corriente, luz ni accesos».

en fase inicial. «La Junta nos ha mostrado su interés en seguir adelante y vamos a ofrecerles una ubicación porque no nos queremos quedar sin centro de salud nuevo», avanza Belinda Peñalba, aunque no concreta cuándo podrían tener una decisión tomada. «Espero que sea lo antes posible». 

La Gerencia de Salud se encuentra a la espera de la decisión del Ayuntamiento y, en palabras de su responsable, Enrique Delgado, consideran el proyecto prioritario. «Estamos en una fase inicial pero hemos transmitido nuestra intención de que se haga lo antes posible. Yo creo que hay muy buena voluntad por todas las partes y la alcaldesa está muy decidida a llevar adelante el proceso, algo que es básico».

La Gerencia de Salud valora positivamente ambas propuestas siempre que se evite seguir utilizando el edificio actual para fines sanitarios aunque la decisión definitiva concierne la alcaldía y a la Dirección General de Infraestructuras. «No consideramos que sea utilizable el edificio para uso sanitario, aunque el ayuntamiento tiene otros proyectos en mente». 

Entienden que lo necesario ahora es ampliar el espacio y los servicios, y a pesar de que ambas ubicaciones no distan lo suficiente de la carretera, ambos proyectos son factibles. En cuanto al parecer de los vecinos, los jóvenes y con hijos, priman la cantidad y calidad de los servicios antes que una ubicación u otra, aunque también tienen en cuenta a los más mayores, que no quieren renunciar a tener cerca su centro de salud.

POBLACIÓNENVEJECIDA. El anterior equipo de gobierno, con Jesús Elvira al frente, apostó por la opción de conservar la actual ubicación en el centro de la localidad. El actual concejal de la PPSO en el Ayuntamiento sigue defendiendo un centro de salud próximo a todos. «En este pueblo queda gente mayor. Cuando entré al ayuntamiento en el 2001 había alrededor de 214 niños en la escuela de primaria y ahora, 140».

Según los datos de la Gerencia de Atención Primaria, la población mayor de 65 años a los que atiende la zona básica de salud de San Leonardo de Yagüe supone el 32 % del total, en concreto, 1.292 personas. En cuanto a población infantil, el centro de salud asiste a 369 niños. Es otra de las cuestiones que más preocupan a la alcaldesa «porque tendemos a poblaciones envejecidas y habrá quienes puedan pedir ayuda a sus familiares pero habrá otras personas que no tengan esa posibilidad». 

Comparando los dos planteamientos que se barajan, la distancia entre ambas entradas principales es de 450 metros, lo que supondría alejar  casi el doble a los vecinos que viven en el otro extremo del pueblo. Sobre los posibles riesgos de situar el centro de salud a entrada del pueblo y próximo a la carretera nacional, donde los vehículos circulan a gran velocidad, la alcaldesa insiste en que «la peligrosidad por la carretera es la misma en un punto que en otro». El proyecto en los terrenos de la antigua Norma plantea el acceso al centro de salud por la calle Navacastellanos y la salida a la calle San Miguel y la N-234. 

buscando soluciones. El consistorio echa en falta mayores servicios de guardias y pediatría en el centro de salud actual, además de grietas y una distribución de espacios ineficaz. «Preguntamos a la Gerencia si había alguna posibilidad de seguir usando el centro y parece ser que no habría problema en ese sentido», asegura Peñalba.

La idea sería hacer un centro cívico, un lugar de encuentro y sede de asociaciones, salas para cursos o para actividades deportivas como yoga o pilates, unos servicios que se están ofreciendo de forma dispersa. El dificio no cuenta con ninguna catalogación y está construido con muros de carga por lo que no ofrece la posibilidad de modificar los espacios en e