CyL descarta usar veneno y quemar rastrojos contra topillos

SPC
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La Consejería de Agricultura apuesta por la «lucha biológica» a través de rapaces para controlar «un pico poblacional» que afecta a Tierra de Campos

El nuevo consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural preside el Consejo Agrario de Castilla y León - Foto: Ical

Agricultura actuará «de frente» contra «el repunte» de topillos pero descarta el uso de rodenticidas o las quemas controladas de rastrojos porque están prohibidas por ley. El nuevo consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, analizó ayer este problema con las organizaciones agrarias durante la celebración del Consejo Agrario y en el que especificó que existe «un pico poblacional» que, según precisó, no es como el de 2007 ya que afecta principalmente a la comarca de Tierra de Campos y para el que planteó la puesta en marcha de «medidas eficaces».

«No podemos hacerlo, hay que respetar el Estado de Derecho», aclaró Carnero respecto a las quemas o el uso de rodenticidas, que apostó por la «lucha biológica» a través de aves rapaces para controlar ese repunte de la población de topillos que, según admitió, «ocupa y preocupa» a la Junta, que ya ha dado el visto bueno al volteo de tierras -por prescripción de la PAC esta medida se lleva a cabo a partir de septiembre- y ha iniciado el «reperfilado» de las cunetas de los 500 kilómetros de carreteras de competencia autonómica.

«Vamos a esforzarnos para reconducir la situación lo antes posible», aseguró Carnero a los integrantes del Consejo Regional Agrario en declaraciones recogidas por Europa Press, un «importantísimo» órgano de participación estable con el sector con el que quiso estrenar su acción en la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural consciente de que el Gobierno autonómico «necesita» a las opas en la defensa de un «objetivo común», en referencia al progreso de los agricultores y de los ganaderos.

Según detalló Carnero a los integrantes del Consejo Regional Agrario, hasta la fecha se han producido cuatro reuniones de coordinación entre los distintos departamentos de la Junta, entre ellos la Dirección General de Salud Pública, y otras instituciones, como la CHD o la demarcación de carreteras, para consensuar una serie de medidas de actuación que serán analizadas en una quinta reunión programada para el próximo lunes.

«Sólo podemos acometer soluciones si todos trabajamos en la misma dirección», advirtió el consejero que, ante las críticas del presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo, a la falta de preocupación del vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, sobre la situación de los topillos recordó que el también portavoz de la Junta fue «claro y determinante» al «urgir» a la CHD que limpie las acequias.

Sin embargo, los representantes de las organizaciones profesionales agrarias se reafirmaron en la urgencia de aplicar productos químicos y de trabajar para poder llevar a cabo quemas de rastrojos «controladas» para reconducir una situación «alarmante» que, según auguró, va «por el mismo camino» que la de 2007 y podría llegar a afectar a toda la Comunidad la próxima semana, a lo que añadieron el problema sanitario que supone, con 500 casos de tularemia registrados en la anterior plaga.

Las opas tacharon de «totalmente ineficaces» las medidas puestas en marcha por la Administración a la que acusaron de haberse limitado a contar topillos. «Como hay miles lleva tiempo», ironizó al respecto Dujo, mientras que Aurelio González, de la Alianza UPA-Coag, exigió responsabilidades por la toma de «decisiones erróneas». «Esto no puede volver a pasar», advirtió y recordó a Carnero que el volteo de tierras sólo de puede hacer cuando llueve.

Por su parte, el coordinador de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, propuso la elaboración de un informe técnico para demostrar la conveniencia del uso «controlado y responsable» de las quemas de rastrojos y de la lucha química «con responsabilidad, dosis adecuadas y un buen manejo». «Hemos pasado de un par de focos a una plaga que se nos va de las manos», lamentó González Palacín, que insistió en la necesidad de «controlar muy bien» estos focos.